siempre.

112 5 0
                                    

maldita sea. maldito helado. maldito niño que me tiro la única de mis dos bolas de helado que me quedaba. me puse a llorar, como una niña pequeña aunque ya tenía 12 años. tenía problemas por donde veas y otro más simplemente fue la gota que revalsó el vaso.

veamos la situación. estaba llorando, sentada en frente de la heladería, con niños que me miraban raro. ¿que nunca han visto a alguien llorar? idiotas.

hasta que una bola de helado calló en mi cono. levanté la vista para encontrarme con unos bonitos ojos chocolate con las pestañas más lindas y largas que vi en mis 12 primaveras. una niña de pelo castaño por los hombros me estaba ofreciendo una bola de helado.

-si quieres quédatela -dijo viendo el helado, ya derretido abajo de la banca.

-y-yo.. hum.. gracias -le respondí nerviosa.

sus finos labios rosados me regalaron una sonrisa y se sentó en el otro extremo de la banca. tenía la sonrisa más bonita que había visto jamás.

-hey, no me dijiste tu nombre -dijo la linda niña, que era un poco más alta que yo.

-Cielo-dije esperando que hiciera algún comentario respecto al nombre tan extraño que, castigandome de por vida, mis papás me dieron

-que bonito, soy Luciana.- dijo sonriente. y por primera vez desde que conocí a esta chica -que ahora tenía nombre-, sonreí mostrando mis hoyuelos.-oh mi dios. eres una de esas personas.

-¿qué personas?- respondí con una ceja levantada.

-esas personas que tienen hoyuelos en sus mejillas. eres tan adorable.- dijo y empezó a marcar con su dedo las pequeñas pero notables mariquitas que se formaban en mis, ahora rojas, mejillas.

-ya basta, Lu- dije riendo. ella paró en seco y me miro con sus grandes ojitos muy abiertos.-lo siento, tiendo a ponerle apodos a las personas que me gustan.- dije y al instante cubrí mi boca con mis manitos.

oh dios. ¿que acabo de decir?

-bueno- respondió.

seguimos hablando por horas, y horas.

-¿yo te gusto?- dijo con la misma expresión que hace un tiempo.

-y-yo.. no. es decir, si. pero en realidad.. bueno es que yo lo que queres

-tu también me gustas.- dijo sonriendo a la vez que sus ojos se achinaban. que bonita eSPEREN DIJO QUE YO TAMBIÉN LE GUSTO. BUM. ¿QUE?

-oh dios. a ti también..- no sabía como referirme a..

-si, a mi también me gustan las niñas bonitas, así como tú.- dijo y tomó mi mano.

oh mI DIOS ACABA DE TOMAR MI PUTA MANO. CIELO TRANQUILA.

empezamos a caminar hacia su casa y cuando estábamos en la puerta anotó su número en mi mano. dijo que mañana iría a la plaza nuevamente. iba a cerrar la puerta pero antes de irse agregó

-hey, linda, mañana no sé si podré ir, pero si no voy tienes que prometerme que todos los viernes irás a la plaza y me esperaras, bien? promete que me esperaras- dijo rápidamente.

-siempre.- dijo la más baja con una sonrisa marcando sus famosos hoyuelos. a lo que la más alta le dio un beso. un beso en la boca. su primer beso. con una chica.

-bien. entonces, siempre.- y se escuchó el sonido de la puerta cerrándose.

forever. (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora