Al día siguiente Ruben se levantó primero que Raul y fue hacia la cocina a preparar el desayuno para los dos, cuando Raul despertó sintió un olor riquísimo a café y otra cosa que no podía descifrar, y al querer darle los buenos días a Ruben miro que ese lado de la cama estaba vacío y subió hacia la cocina y hay miro a un Ruben como nunca lo había visto, lo miro como un niño enamorado ¿se estaba enamorando de Ruben?.
-Buenos días Auron, ya esta el desayuno- Dijo el más alto
-Buenos días Calvo- Ese era un apodo entre ellos dos que es un poco raro pero disfrutaban que el otro se lo dijera.
Durante el desayuno estuvieron hablando de como iban en sus trabajos, hablaron acerca de sus sueños, lo que querían lograr, y mucho más hasta que llegó el momento de despedirse.
Ruben iba saliendo de la casa del mas bajo y escuchó un grito de ese chico que lo enamoró.
-¡Ruben!- grito el chico, mientras trataba de alcanzar al más alto cuando lo alcanzó le dijo- ven agachate- dijo este
El más alto trato de estar a la estura de el otro cuando este le dio un beso en su mejilla, para terminar de despedirse.
El más alto se sonrojo al sentir el tacto de los labios del mas bajo sobre su mejilla, al notar al menor lo miro y le dijo.
-Bueno ahora si nos vemos Calvo- Dijo los más bajo
-Nos vemos- Dijo como un niño enamorado
Narró yo la narradora.
Ruben iba camino a su casa, para ver como estaba aquel chico castaño pero en eso se topo con su mejor amigo vegetta
Ya
-Hombre vegetta, ¿como estas?- Dijo el teñido
-Hombre Doblas, - Dijo aquel chico pelinegro, con un leve sonrojo en su cara
-Qué tal como estas ya casimente una semana sin vernos, no- Dijo el teñido
-Si hombre, bueno ya que estamos quieres venir a mi casa para charlar un rato?- Dijo el pelinegro un poco asustado
-Está bien vamos- Dijo el teñido.
En todo el transcurso de atravesar el pueblo para el a la casa del pelinegro, charlaron, iban haciéndose bromas, empujones, sonrisas, y uno que otro sonrojo.
Porque el pelinegro iba tirandole indirectas que al más alto le causaban leves sonrojos.
Al llegar a la mansión del pelinegro subieron por el ascensor hasta llegar a la puerta de este. Al entrar Ruben fue directamente a sentarse al enorme sillón de vegetta.
-Bueno Doblas, quieres agua, un zumo, o una cerveza?- Pregunto el pelinegro
-Un vaso de agua esta bien- Dijo el teñido
-Bueno- El chico de pelo negro
Vegetta se fue a sentar entregándole el vaso de agua a Ruben.
-Y bueno de que querías hablar- Dijo relajado
-Bueno... Mira te voy a hacer una pregunta algo rara ok- Dijo el pelinegro
-oook- Dijo el teñido
-Bueno, ¿hay alguien que te guste del pueblo?- Soltó sin pensarlo dos veces.
Ruben se quedo mirando al pelinegro con una expresión de sorpresa en su cara, porque nunca pensó que este le preguntara algo así.
-Bueno...
Y buenooooo! Aquí está el capitulo cinco de esta historia
Cómo siempre espero la disfruten, y un besito en su mejilla derecha.
