Mauro;
Abrí mis ojos y me encontré con Tomi dormido.
Sonreí al recordar lo que había pasado anoche.
Me levanté sin hacer ruido y bajé a desayunar.
Minutos después la voz de Tomi se hizo presente.
—Buen día Mau.—se acercó a mí y dejó un beso en mi mejilla.
—Buen día, ¿como dormiste?.—le sonreí.
—Bien, dormí como un bebé, ahre.—me devolvió la sonrisa y agarró una factura.—¿me convidas un mate?.—asenti y le pase un mate.
—Eu, sobre lo que pasó anoche...No fue porque estabas drogado y habias tomado, ¿No?.—pregunté y el negó con la cabeza.
—No, posta que hace tiempo vengo sintiendo cosas por vos Mauro.—me agarró la mano.
—Yo igual Tomi, me alegra saber que sentis lo mismo que yo.—sonrió.
Cada vez me gusta más éste gil.
⛓
