CapítuloxUno

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Era una noche tranquila. Killua se encontraba caminando de regreso a la modesta habitación que rentó junto con Alluka en un hostal sencillo. El albino se transportaba silenciosamente por las obscuras calles de la ciudad, ya había anochecido desde hace un rato y a pesar de que la noche es perfecta para un ataque sorpresa, Killua caminaba con las manos en los bolsillos sin preocupaciones sobre algún percance, más bien lo que en ese momento le atormentaba era el hecho de que dejó a Alluka con su antigua maestra, Biscuit.

Desde hace unas semanas Killua se encontró con la cazadora profesional en la ciudad donde residía momentáneamente, cuando la reconoció y fue a saludarla, Biscuit comenzó a contarle sobre sus aventuras en el continente obscuro junto con Kurapika y Leorio. Por su parte, Killua le presentó a su pequeña hermana y después de recibir unos cuantos golpes por insultar a la mayor, esta le propuso enseñarle nen a la joven Zoldyck.

Killua confiaba que su hermanita estaba en buenas manos pero solo para asegurarse, él estuvo todo el tiempo junto a Alluka como apoyo. Y por ende, claro que no pudo evitar recordar que hace más de cuatro años él mismo junto con Gon trataban de aprender a usar nen de la misma forma. Por los recuerdos que esto le trajo a Killua no pudo evitar embozar una débil sonrisa mientras agachaba el rostro para que sus mechones lograran tapar algo del rubor en su rostro. No había día en el que no recordara al moreno y no sabía si eso es lo que quería o no. Sin embargo, lo que pudo comprender a lo largo del tiempo es que ahora entendía perfectamente que las sensaciones que su amigo de la infancia le hacía sentir eran algo más que amistad, después de varios largos años lo comprendió. Nadie podía culparlo por su confusión cuando solo era un niño de 12 años que experimentó por primera vez un lazo de amor fuera del círculo familiar, era lógico que ese lazo fuera difícil de romper, ya que a pesar de tomar caminos diferentes a los de Gon, esos sentimientos seguirían a flote y se resistían a hundirse. Por esto mismo una parte de Killua temía que lo que sentía por el moreno no cambiara nunca a pesar de ya no verlo, pero prefería mantener a su amigo como un ser platónico a confesarle que estaba perdidamente enamorado de él, es esa la razón por la que a lo largo de docenas de cartas y mensajes mandados, los dos cazadores nunca han tocado el tema.

Soltó un chasquido con la lengua y siguió su camino. No era momento para fantasear, debía pensar que lo que haría estos días que no estará junto Alluka pues al contrario de las forma en que Biscuit los trató cuando eran sus estudiantes, con su hermana menor era muy paciente y cuidadosa por lo que las dos mujeres decidieron disfrutar unos cuantos días solo para chicas como premio por el esfuerzo de la menor y eso claramente no incluía a Killua.

Siguió por el pasillo hasta llegar a la pequeña habitación. Cuando estaba por abrir la puerta su celular escarabajo sonó. Killua puso cara de fastidio hasta que vio el nombre de la persona en la pantalla del celular. Para su sorpresa y como si lo hubiera invocado, era Gon el que estaba del otro lado de la llamada. Killua quedó perplejo ante la pantalla de su celular, el moreno en los años que llevaban teniendo una amistad a distancia jamás llamaba ya sea por seguridad de ambos o simplemente porque su amigo no era una persona que usara muy seguido este medio de comunicación, pensó el albino.

Killua estaba indeciso si responder o no ante la llamada de su mejor amigo, muchas cosas pasaban por su mente. No entendía la razón por la que Gon le llamara ya que generalmente él se comunicaba mediante cortas cartas en las que contaba sus aventuras viajando y aprendiendo más habilidades o de vez en cuando también recibía de su amigo una foto de él en algún rincón inhóspito o junto a Mito-san en Isla Ballena, pero eso sucedía escasamente, más o menos una cada tres o cuatro meses. Por esto Killua no encontraba razón para una llamada. De pronto un pensamiento fugaz y nostálgicamente familiar entró a su cabeza, pudiera ser que Gon esté en peligro o alguien que no conocía los métodos de comunicación entre ellos dos se encontrara llamando porque algo le sucedió al moreno y necesitaran de su ayuda, comenzó a preocuparse. El corazón de Killua se detuvo un milisegundo al recordar el cuerpo de su amigo gravemente herido que ya no tenía esperanzas de sobrevivir por lo que rápidamente contestó la llamada y se colocó el celular en la oreja.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2020 ⏰

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