IL SUO LUPO - KOOKGI

Capitulo 5

 Jungkook

Mi hermoso compañero ya era de piel clara, pero la noticia que le había dejado caer la había puesto aún más pálido. Su piel parecía casi translúcida en contraste con su cabello oscuro y sus ojos marrones. Su cuerpo curvilíneo parecía tan pequeño mientras intentaba acurrucarse en la esquina de mi sofá. Quería abrazarlo en mi regazo hasta que ya no me tuviera miedo. Esta fue la primera vez que resentí el lado animal de mi naturaleza porque lo asustabo. Nunca le había dicho a un humano que existían los cambiaformas — Timber Ridge no solo era una ciudad totalmente cambiaformas, sino que también teníamos reglas sobre no compartir información sobre nuestra existencia sin una maldita buena razón — pero supuse que su sorpresa era de esperar. "¿Estás seguro de que estás listo para ver a mi lobo?"

El asintió. "Sí, totalmente listo". Su tono hizo más que obvio que no creía una palabra de lo que estaba diciendo, y quería aullar de frustración. Tenía la esperanza de presentarle a Yoongi el otro lado de mi naturaleza en mejores circunstancias, pero si esto era lo que se necesitaba para convencerlo de que estaba diciendo la verdad, entonces tenía que hacerse. No podía arriesgarme a perder a mi compañero cuando era fácil demostrar que decía la verdad. Deslicé mi mano por su pierna, envolviendo mis dedos alrededor de su tobillo por un momento porque detestaba soltarlo. Saboreé la sensación de el debajo de mi palma — incluso con sus jeans entre nosotros — e inhalé su aroma profundamente en mis pulmones. Me ayudó a calmar a mi bestia mientras me levantaba del sofá y me quitaba la camisa por la cabeza.

"Um... espera... ¿por qué te estás quitando la ropa?" - el preguntó. Sus ojos oscuros estaban fijos en mi pecho desnudo, y se mordía el labio inferior con una mirada hambrienta en su hermoso rostro. "Solo los dejo cuando tengo prisa. De lo contrario, no tendría nada que ponerme". Mis labios se curvaron en una sonrisa presumida cuando su mirada siguió mis manos hacia mis jeans y sus ojos se abrieron cuando abrí el broche de presión antes de bajar la cremallera. El jadeó y sus mejillas se sonrojaron cuando dejé caer mis jeans al piso después de quitarme las botas. Mi polla se tensó contra mis boxers, y tuve la tentación de dejarlos caer al suelo también. Pero luego cambiar era lo último en mi mente, y necesitaba concentrarme en demostrarle a mi mate que los cambios eran reales — y que el había nacido para ser mío. "¿Listo?"- Yo pregunté.

"Uh-huh." Su respuesta fue distraída, pero la niebla sensual desapareció de sus ojos cuando llamé a mi lobo hacia adelante. La piel se hinchó debajo de mi piel cuando mis músculos se ondularon. Crujidos y chasquidos llenaron la habitación cuando mi forma humana se retiró, permitiendo que el lobo saliera. Aterrizando a cuatro patas, me acerqué a Yoongi. "¡Oh, Dios mío! Eres un lobo ", jadeó. Su mano tembló cuando extendió la mano, y froté mi hocico contra él. Sus dedos se clavaron en mi piel mientras pasaba su mano por mi espalda. "Y eres hermoso". Solté un suave ladrido de agradecimiento y cuidadosamente puse mis patas a cada lado de su cuerpo para subir y lamerle la barbilla. "¡Ah! ¿Por qué tienes la lengua tan fría? el lloró, frotando su mano sobre el lugar para secarlo. "Creo que podría tomar un tiempo acostumbrarse". Le doy otra lamida — solo porque pude — y luego froté mi pelaje contra el. Sentí una necesidad imperiosa de marcar a Yoongi con mi aroma. Cualquier cambiaforma que se acercara necesitaba saber que él era mi compañero. Mío. Me regodeé en el sonido de sus risitas mientras dejaba que mi lobo se frotara sobre su cuerpo. Luego me senté a su lado en el sofá mientras el acariciaba el pelaje de mi lobo y rascaba detrás de mis orejas.

Mi lobo quería empaparse de su aceptación de nuestra doble naturaleza, pero mi lado humano sabía que había cosas que necesitábamos discutir, y no podríamos hacer eso hasta que volviera a cambiar. Forcé al lobo a tomar un asiento trasero, cambiando de mi forma de lobo a humano en un abrir y cerrar de ojos. "Oh, mi", Yoongi respiró, mi cuerpo desnudo tumbado entre sus piernas. Presioné una mano contra el respaldo del sofá y la otra contra el brazo a su lado. Al nivelarme sobre él, rocé mis labios contra los de él. "¿Me crees ahora?" Sus manos se aferraron a mis hombros desnudos mientras mantenía sus ojos fijos en los míos.

"Sí, es difícil envolver mi cerebro con todo, pero no es que pueda acusarte de inventarlo cuando acabas de convertirte en un lobo justo en frente de mí". "Nunca te mentiré, Yoongi", juré, mirándolo a los ojos para que pudiera ver la sinceridad en los míos. "Entiendo que es difícil para ti procesar que los cambiaformas son reales, pero quiero asegurarme de que sepas que puedes confiar en mí. Aunque nos acabamos de conocer, te he estado esperando toda mi vida, y no haré nada para estropear esto ". "Mis instintos me decían que confiara en ti desde el momento en que me sacaste de ese auto", admitió suavemente. "Pero tengo algunas preguntas para ti". "Pregúntame cualquier cosa", le ofrecí.

"Um". Su mirada comenzó a bajar, pero volvió a levantar la cabeza y preguntó, "¿Podrías ponerte unos pantalones primero? Es una especie de distracción con tu... um... basura colgando ". "Mi basura, ¿eh?" Maldición, el era tan jodidamente adorable que dolía. Le guiñé un ojo, rodé de su cuerpo y enganché mis jeans del suelo. Después de ponérmelos, levanté a Yoongi del sofá antes de sentarme y sentarla en mi regazo. "¿Eso está mejor?" "No diría mejor, exactamente", bromeó con una pequeña sonrisa. "Pero es más fácil hablar de esta manera". Se meneó en mi regazo, haciéndome gemir cuando mi polla presionó contra mi cremallera. Había estado esperando por siempre hundirme profundamente en mi compañero, y mi fuerza de voluntad era tan fuerte ahora que había encontrado a Yoongi.

"Ve y pregúntame lo que quieras, bebé". El descansó su cabeza contra mi hombro, poniéndose cómodo en mi abrazo. "Bueno, dijiste que habías esperado toda tu vida por mí. ¿Cuánto fue eso?". "Tengo treinta", respondí, frotando mi barbilla en la parte superior de su cabeza. Al igual que el lado animal de mi naturaleza, sentí la necesidad de dejar mi aroma sobre mi hermoso compañero. "¿Qué hay de ti?" "Cumplí diecinueve hace un par de meses", admitió suavemente. Era bueno que el no fuera joven para un estudiante de primer año, o de lo contrario me habría quedado esperando hasta que fuera legal antes de poder reclamarlo. "Tendré que hacer algo especial para celebrar tu vigésimo aniversario desde que me perdí tu último cumpleaños".

Sus labios regordetes se curvaron en una sonrisa de satisfacción. "Supongo que eso significa que crees que todavía estaremos juntos el año que viene, ¿eh?" "Absoluta jodidamente-, bebé. Los compañeros son para siempre, y supe que eras mío en el momento en que te olí. Su aroma a fresas y crema me llamó desde cuadras de distancia ", le expliqué. "Entonces, si uno de mis amigos hubiera recibido un batido de fresa en el restaurante y luego hubiera esperado la factura en lugar de mí, ¿estarías actuando así con él?" Sus ojos oscuros me escupieron fuego, y cruzó los brazos sobre su pecho.

Me encantó lo enojado que parecía hacerle la posibilidad, porque quería que mi mate fuera tan territorial conmigo como yo. Pero no quería que sintiera dolor por algo que nunca hubiera sucedido, así que me apresuré a tranquilizarlo. "Tus amigos podrían beber un millón de batidos de fresa, y nunca los querría". Lo presioné contra mi longitud dura mientras inclinaba mis caderas hacia arriba. "Eres el único hombre que puede hacerme esto. El único que siempre querré".