SADISTIC DIVINITY

CAPITULO 1: LIBRE

Se movía de un lado a otro.

Sus ojos brillaban, presionaba con fuerza los barrotes indestructibles de su prisión.

-Por favor- lo miró- cálmate-

-¿Calmarme?- sonrío levemente- llevo décadas aquí, ya es hora de que me deje libre-

-Sabemos que quieres salir, pero tú presencia en el reino de los mortales no es buena-

-¿Y eso que? Es divertido-

-Las guerras entre mortales no es divertido, traen consigo muerte y destrucción-

-Haa... Soy el Dios de la Destrucción y la Guerra... ¿Crees que eso me molesta?- sus ojos dorados estaban cambiando a un tono rojizo.

-No te molestes, sabes lo que pasa cuando un Dios se enoja- apuntó el reloj- sólo falta unos segundos, ella ya dió el permiso para que salieras-

Se alejó de los barrotes, estaba ansioso y aburrido.

El reloj se detuvo y la puerta se abrió.

El ser divino salió caminando, respiró profundo y soltó un suspiro.

-Al fin... Libre...-

-Eren...- frunció el ceño- hoy en día, en el reino de los mortales... Es muy distinto a lo que viste hace décadas atrás-

-No me importa, quiero divertirme- fue hacia la puerta principal.

Los empleados del reino de los Dioses al verlo, se asustaron.

Muchos trataron de esconderse.

La presencia de ese Dios era muy fuerte, que les causaba miedo y escalofríos.

Llegó a un salón, dónde habían nueve sillas.

Se sentó en la única que estaba desocupada.

-Hola a todos, señora- miró a la Diosa principal del Reino- Haa...- sonrío- me siento tan bien aquí, junto a ustedes... ¿Cuánto tiempo ha pasado?-

-Callate, Eren- lo miró molesto.

-¿Por qué debería callarme?- lo miró de soslayo- he pasado mucho tiempo encerrado-

-Porque es lo mejor para todos, que estés encerrado y no le hagas daño a los mortales-

-Eso es absurdo, Reiner- cruzó sus brazos- Los mortales son inútiles, vulgares, asquerosos... Además de que por lo que se, tienen sobrepoblación...- alzó una ceja- creo que mi llegada sería una salvación para ellos, ¿No lo crees?-

-Eso no es justo-

-Si, si, si...- decía de forma burlona- Al menos hago mi maldito trabajo como Dios de la Guerra y la Destrucción, ¿Y tú qué? ¿Dios de la paz y la tranquilidad?¡Jajaja!- lo apuntó- eres un inútil, tu paz es falsa...-

-Por favor, ya dejen de discutir- la Diosa de la Flora los miraba con enojo.

-Lo siento, querida Frieda... Pero aquí todos hacemos nuestro trabajo, menos este inútil-

-¡Cállate, maldito genocida!- se puso de pie molesto.

-Obligame, inútil-

Los Dioses comenzaron a gritar más fuerte.

-¿Por qué no se pueden llevar bien?- pregunto el Dios de la muerte, el más joven de los Dioses.

-Porque son lo contrario- le explicaba el Dios de la Fauna- Eren es el Dios de la guerra y la Destrucción, Reiner el Dios de la paz y tranquilidad...- cruzó sus brazos- por eso se llevan tan mal-