Me despierta la alarma, la cual programé para levantarme a las 6:00 me dará tiempo de ir a correr, tomar una ducha para poder esperar a Diego.
No puedo moverme, el brazo de Luke me sostiene por la cintura
-Luke, cariño. Es hora de levantarnos- tomo su mano
Solo escucho un gruñido, después de la intensa sesión de sexo que tuvimos anoche no querrá levantarse.
Me suelto de su agarre, salgo de la cama, busco mis calzoncillos que no se donde quedaron la noche anterior. Me dirijo al baño a vaciar mi vejiga y cepillarme los dientes.
Me visto, me estoy colocando los zapatos, cuando entra Luke desnudo al vestidor. ¡Será descarado ¡
Me gusta la vista, veo como se coloca los pantaloncillos y la camiseta para correr, creo que tiene todavía tiene los ojos cerrados; esta buscando sus zapatos cuando se agacha y el muy sinvergüenza deja su trasero justo delante a mí, sé que está provocándome.
-Así no vamos a salir nunca- le digo
-Pensé que estaban surtiendo efecto mis artimañas- se incorpora y voltea a verme, con una mano me toma por la cintura y la otra la coloca en mi nuca, me besa, sabe a menta y a perversión.
Terminamos el beso, esbozo una sonrisa, lo hace a propósito para que le diga que no vamos, que nos quedamos en la cama un poco más.
-Tenemos que irnos, recuerda que tenemos visitas- lo miro, mientras termina de atarse los zapatos
-Como si no supieran lo que hacemos- dice levantando las cejas un par de veces.
-Si, pero recuerda que somos los anfitriones y tenemos que ofrecerles el desayuno- hace un puchero
-También tenemos que estar listos para cuando llegue Diego, no me quiero perder nada, sabes que Braulio es experto en jugar bromas. – le digo tomándolo de la mano y saliendo del vestidor
-¿Sabes cual es la broma de este año? – me detiene
-No. ¿Pensé que te había dicho algo? – nos quedamos mirando a los ojos, pensativos
-Pues tendrá que ser muy creativo para superar los años anteriores- Menciona Luke
-No dudes que lo hará, Braulio es todo un genio, es más creativo para hacer bromas que para mantener una relación, espero que tenga oportunidad de conocer a la chica del aeropuerto- lo digo algo pensativo
- Nooo, siendo Braulio será un cobarde lo se, no se atreverá a presentarse; bueno si podemos ayudarlo lo haremos, ¿o que piensas?- le digo, conduciéndolo hacia la puerta de nuestra habitación, deja salir un sonoro suspiro y me da un beso en la mejilla.
-Haremos lo posible, recuerda que el siempre apoyó nuestra relación y si está en nuestras manos ayudarlo a ser feliz los haremos- Menciona Luke
Estamos en el patio estirando cuando sale Braulio y Liam.
-Hermanos, pensaron que los íbamos a dejar ir a correr solos, para que les rompan el corazón a las bellezas de este lugar cuando les digan que no les gustan las mujeres- dice Liam a tono de broma
-Es por eso que los acompañaremos, aquí Liam y yo les ayudaremos a espantarles a esas jovencitas ansiosas de conocer hombre de verdad y de paso conseguimos unos cuantos números telefónicos- dice Braulio trotando alrededor de nosotros
-Son hombres de verdad, Braulio- dice Liam lanzándole una mirada de molestia-No insultes a nuestros amigo y anfitriones a la siguiente te mandarán a dormir con Napoleón, y creo que a el no le caes muy bien, desde la última vez que le pisaste la cola.
-Bueno no quise decir eso amigo, discúlpame, creo que a esta hora de la mañana la única neurona que me queda aún no termina de despertar. Discúlpame hermano, de verdad- dice Braulio apenado
-Te disculpo porque se que es verdad, solo tienes una neurona y la debes de haber agotado pensando en la sorpresa que le vas a dar a Diego- le digo comenzando a trotar hacia la salida, me siguen Luke y Liam
Napoleón nos alcanza, le gusta acompañarnos cuando salimos a correr, como es costumbre tomamos hacia la playa.
Encontramos en el camino grupos de personas que han salido a correr y a disfrutar del amanecer, les mencioné que los amaneceres en Noosa son espectaculares.
Un grupo de chicas nos alcanza e intenta hacernos platica, me adelanto con Luke mientras Liam y Braulio intercambian unas cuantas palabras con ellas, creo que les dicen que somos parejas porque volteo y ellas nos miran con una expresión de decepción en su cara.
Nos detenemos para esperarlos, vemos a lo lejos que viene Mateo quien se cruza con las chicas que lo rodean y alcanzamos a ver que mi amigo se pone del color de un tomate; se detiene, las chicas no dejan de rodearlo, vemos como anota algo en su celular y les sonríe, nos señala y ellas nos miran, se despiden de el de beso, ¡wow!, que rápido es mi amigo para ligar chicas.
Mateo nos dá alcance- Caray amigos, había olvidado que podemos encontrar unas preciosidades en este lugar, acabo de conseguir el numero de teléfono de unas chicas canadienses- los dice a pausas debido a que le hace falta el aire a consecuencia del esfuerzo por correr
Buscamos a Napoleón quien se ha adelantado bastantes metros, nos sorprende cuando se empareja con una chica y la sigue a su ritmo de trote, Luke y yo nos miramos porque es un poco huraño, no es muy amigable sobre todo tratándose de mujeres. La chica se detiene, se agacha a la altura de Napoleón y lo acaricia, comienza a buscar y nos mira pero como trae una gorra no alcanzamos a distinguir su rostro lo que si puedo decirles es que tiene una hermosas piernas y cautivadora sonrisa, me sorprendo a mis mismo con esa idea, nunca había admirado a una mujer a tal grado. Bueno tal vez es una apreciación.
La chica levanta la mano a modo de saludo y alcanzamos a distinguir que nos pregunta si es nuestra mascota, Braulio se adelanta a responder
-Si, es nuestra, se llama Napoleón- le responde lo suficientemente alto para que lo escuche ya que ella se encuentra más de 10 metros delante de nosotros
-No te debe de escuchar Braulio, estamos bastante lejos- dice Liam quien levanta la mano para saludar a la chica y ella le regresa el saludo
La vemos como antes de incorporarse le da un beso en la nariz a Napoléon, el muy sinvergüenza corre hacia nosotros, vuelve a regresar hacia ella , continúa acompañandola.
Braulio intenta alcanzarla; pero como mi amigo creo que sale a correr solo las veces que nos visita que son dos veces al año; lo hace en vano ya que se sofoca y desiste de su intento.
-Braulio- dice Liam- ese perro debería de ser tuyo, igual de facilote que tu- golpeando el brazo de mi amigo, el cual se queja porque ya no tiene fuerza para reclamarle a Liam.
Estamos llegando a el malecón, distinguimos que la chica se detiene a tomarse una selfie con el amanecer de fondo, buena elección, el mejor de los paisajes para una fotografía.
Vemos que levanta su mano a modo de despedida, le respondemos, una camioneta la esta esperando de la cual un individuo baja, le abre la puerta, ella sube y se aleja.
Napoleón le ladra, pero es imposible ella ya nolo escucha.
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20 canciones desesperadas y un poema de amor
RomanceCassandra Bravo viaja a Australia después un tormentoso divorcio . Se refugia en ese confín del mundo para no ser reconocida debido a que queda a cargo de una empresa heredada por su padre un magnate en construcción. Nunca imaginó que encontraría...