Prólogo

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Érase una vez....

¡Espera! ¡No!

este no es un cuento

Esto es la realidad

y es más que una pesadilla.

«Ojalá y fuera solo un sueño, pero no.»

Miles de millones murieron en poco tiempo; William Jenner, mi padre, fue uno de ellos.

Aun no estoy segura de lo que paso exactamente, me imagino que la desesperación y el terror, que me generaba el oír los desgarradores gritos de aquel hombre que más amaba y estuvo conmigo desde que tengo memoria, me habían dejado en shock.

Todo fue tan rápido que no pude detenerme y pensar en lo que había sucedido.... Mi hermano, me saco arrastras del lugar adentrándonos en el oscuro e inmenso bosque. En ese entonces, corríamos sin ningún tipo de orientación donde solamente se tenía como acompañante a la luz que desprendía la luna, y para empeorar las cosas, los frondosos pinos hacían que aquella luz se asemeje a la de una vela.

Mi visión se iba dificultando por mis cristalizados ojos, mi cabeza explotaba con las aterradoras imágenes de mi padre siendo destrozado por los asquerosos dientes de esas "cosas", mis piernas pedían auxilio y mi energía se esfumaba con cada paso que daba; a pesar de tanto esfuerzo, aun se escuchaba sus gruñidos y torpes pasos.

Deje de correr al darme cuenta que me había separado de mi hermano y que por mas esfuerzos que hacia por alejarme de esas "cosas", todo era en vano; quería resignarme y esperar a que se abalancen sobre mí, para saciar el hambre o lo que sea que tengan que les hace devorar nuestros cuerpos.

!LARGO DE AQUÍ! !Sálvense, corre mi pequeña!...

Las últimas palabras de mi padre me impedían hacer una locura, así que reuní las pocas energías que me quedaban para escalar un árbol y esperar a que amaneciera para encontrarnos, esas "cosas" estaban por todo el bosque y lo peor era que no tenía nada con que defenderme, así que era la único que podía hacer.

[...]

No soy consciente de cuánto tiempo llevo andando, por lo menos seria más de una semana. Espere por dos días a mi hermano, pero nunca apareció....«estoy segura que esta bien».
Gracias a que encontré algunas cosas como cuchillos y alimentos me he mantenido con vida, aunque no debería de alegrarme y es que le pertenecían a una persona que había sido devorada; dentro de las cosas también había un pequeño mapa -sin duda alguna esa persona fue mi salvación, gracias amigo tu muerte no fue en vano- con eso y los carteles de la carretera me ayude bastante a orientarme.

-Ya falta poco- dije mientras plegaba el mapa que tenía en mis manos y miraba a la gran ciudad de Atlanta que se encontraba a unos metros

«Aquí vamos»

Proseguí mi camino rogando no encontrarme con algún infectado-como los llamaba mi padre-eso era porque gastar energía sería algo muy idiota, considerando el hecho de no estar muy bien alimentada y que en cualquier momento tengo que correr por si aparece otro grupo grande como el de la cabaña.

-¿Y ahora por donde?

Preocupada mire las distintas calles y pasajes por los cuales ir, en realidad no se que camino tomar para llegar a mi destino, solo se que tengo que cruzarla.

Vigile mi alrededor por si no aparecían infectados y así poder sacar el mapa para guiarme....«Genial, ni uno solo»...Corrí a resguardarme tras un contenedor de uno de los callejones de la ciudad y así poder verificar el mapa con tranquilidad, mas vale prevenir que lamentar. Que suerte que en todo lo que vengo andando no me he encontrado con ningún infectado, quien hubiera pensado que a pesar de ser la ciudad no habría ninguno rondando por... las.... Espera, se supone que las ciudades tienen una gran población, como es posible que no me encuentre con algún infectado.

«Oh mierda, tengo que salir de aquí rápido»

Guarde el mapa y me acomode con los dos cuchillos en mano, para poder salir corriendo por donde había venido. Frene en seco mi salida impulsiva, al ver un grupo de alrededor de 15 infectados, por el lugar donde se supone había estado anteriormente.

-De donde diablos salieron- pronuncie regresando a mi antigua posición, detrás del contenedor.

Empecé a retroceder lentamente tratando de evitar cualquier tipo de sonido que los atrajera y así poder tomar como salida el otro extremo del pasaje. Mi plan se fue al demonio cuando llegue a la salida; por lo menos el triple del grupo anterior llenaban la calle aguardando por algún estimulo que los lleve a su merienda.

-Carajo, estoy atrapada

No me había topado con algún infectado por el camino porque estos se han juntado en un solo lugar, como no me di cuenta de esto antes.

-¿ Y ahora como se supone que salga de aquí?

¡BAAM!

Se escuchó el estrepitoso sonido de un disparo proviniendo del lugar donde se encontraba el otro grupo mas pequeño de infectados.

«Pero que mierda...un momento, ¡RUIDO!»

Mire al inmenso grupo de infectados rogando que el sonido solo haya sido audible para mi, estaba claro que eso era imposible. Estos empezaron a dirigirse rumbo a el sonido de aquel disparo

-No, no no no no- negué frenéticamente, al percatarme que la dirección que habían decidido tomar era por el pequeño pasadillo en el que me encontraba

Sin más alternativa, corrí hacia el otro extremo confiando en que la persona que había generado ese ruido, haya hecho algo bueno y se acabara por lo menos con la mitad.

Al llegar divise solo la silueta de una persona que luchaba entre los infectados

«es mi oportunidad »

Empecé a avanzar, aprovechando el hecho de que los infectados se enfocaban en aquella persona y asi poder salir de allí.

«esto esta mal Nicol» esbozo mi mente mientras trataba de evitar mirar a quien estaba practicamente asesinando, pero mi vista me traicionó, cuando reaccionó al sonido de otro disparo.

Observe a un hombre que parecía apunto de desmayarse, tratando de abrirse paso entre estos con tan solo un arma. Un ademán de este me hizo entender que se había quedado sin municiones y para empeorar la situación, los otros infectados empezaban a llegar

«No, Nicol...es un suicidio» pero sin prestar atención a mi cabeza, mi cuerpo ya estaba corriendo a ayudar a aquel hombre.

-¡Corre!- le dije mientras incrustaba uno de mis cuchillos en el cráneo del infectado que estaba por lanzarle hacia su espalda

Este empujo al que sujetaba haciendo que los demás que venían caigan por el impacto, permitiendonos mas tiempo para huir.

Corrimos en dirección de la otra calle, evadiendo algunos infectados del camino

-Muñeca, por aquí - indico el hombre entrando a una pequeña puerta del callejón por donde estabamos

-Espera, ¿me dijo muñeca?- susurré mientras cerraba la puerta para que no entren los pocos infectados que estaban por el pasaje

Cuando me gire para así poder decirle que deje de llamarme de esa formar, pude observar lo que antes, en el momento de la adrenalina, había sido impedido.

Ahora entiendo el por que de su terrible aspecto, y es que el hombre traía amputada una de sus manos.

-Como te llamas muñequita- alargo la ultima palabra- yo soy Merle

«creo que empezaré ha arrepentirme de lo que hice»

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Querido lector o lectora, si estas por aquí pues déjame darte el pésame por que vas a sufrir, vas a llorar, amar los personajes y hasta vas a querer matarme. léase bajo su responsabilidad! están avisados....

Sin cariño (porque no puedo querer sin conocerte, aunque más adelante terminaré haciéndolo), la autora.

Hunter/The walking deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora