Ta habían pasado 4 meses desde aquel accidental encuentro que tuve con tres integrantes de Rammstein, Verónica apenas pudo procesar todo lo que han pasado estos últimos meses.
Recuerdo haber dicho que en esas semanas no podría verlas por el trabajo pero... Terminé reencontrándome con Paul y Schneider (Doom):Flashback...
Yo me encontraba en el trabajo, era ayudante de una señora llamada Lucía. Le ayudaba a tomar medidas de las modelos, en ciertas ocasiones me tocaba marcar los lugares donde se les haría cortes a las telas, también era asistente del presidente de la empresa de moda donde trabajaba; recibí una llamada de su parte, necesitaba que fuerma a encontrarme con un cliente y hablar de negocios sobre la empresa. Le avisé a Lucía que tenía que salir y obvio me concedió el permiso.
Al llegar a la cafetería donde iba a encontrarme con el cliente, lo encontré de acuerdo a su nombre y apellido. Era muy conocido, así que ni hubo problema para mí.
Lo saludé y me presenté como era debido, igualmente hizo lo mismo. Me dió un beso en la mejilla y yo se lo devolví; sin más empezamos hablar sobre porque no estaba el presidente negociando con él.
Ya había pasado varios minutos desde que habíamos empezado a negociar, recibí una propuesta de trabajo por el contrario pero me negué ya que llevaba tiempo trabajando ahí.Terminamos y él se levantó y se fue. Me fijé en la hora viendo que era la hora de la comida, pedí algo para comer y esperé. Me distraje en el celular y miré hacía al frente mirando de nuevo a Paul y a Doom; ellos se dieron cuenta y yo me hice como que no los había visto. Escuché que movieron las sillas de dónde yo estaba sentada, levanté la mirada y vi como ambos me miraban sonrientes.
—Eres la chica que de cayó y tumbó al enano, ¿verdad?— Decía Schneider con una sonrisa y en un tono burlón.
—Oye, no me digas enano— decía mostrando una sonrisa. —Por cierto, no nos dijiste tu nombre. Bueno, no sé si realmente seas aquella chica— decía rascándose la mejilla levemente con su dedo índice.
—E-eh... ¡Si soy!, digo... Sí, si soy aquella chica. Perdón por haber sido tan descortés, no me presenté. Soy Lilian, mucho gusto— estaba haciendo lo posible por no sacar mi lado fangirl y pedirles fotos, decirle que soy su fan desde hace años. Más que nada intentaba mantener la cordura.
—Que linda, ¿en qué momento te pusiste rubor?— Decía Schneider en un tonto coqueto y también en un tono bromista.
— E-eh... E-es, ¡es rubor mágico!— empecé a regañarme interiormente, pensé “¿Por qué dije tal estupidez?”. Me concentré tanto en lo que pensaba, empecé a escuchar que de reían y eso me sacó de mis pensamientos.
—Lilian, jajaja. Eres muy graciosa, deberías salir más con nosotros. ¿Qué opinas Paul?—Decía Schneider dirigiendo su mirada a Paul.
—¿Por qué no?, seguramente le vas a caer bien las chicos—yo no podía creer lo que me decían, pero no podía negarme a una oportunidad tan única.
—Claro. Why not?—.End of flashback...
Recibí una llamada, leí que decía “Babe Eli”. Obviamente era elizabeth, contesté sin dudarlo.
—Hallo?—.
—Hallo Zve, ¿cómo estas?— sabía que algo quería preguntarme, así que me adelanté.
— Bien, sé que quieres preguntarme algo. ¿Qué es?—
—Me conoces también, pero no... Vengo a recordarte, porque me lo pediste, que hoy sales con los chicos Rammstein. Ya que eres muy irresponsable.— Lo había olvidado, hoy me habían invitado a salir con todos ellos a un bar.
—Gracias, lo había olvidado completamente. Te quiero eli.— decía súper agradecida, lo había olvidado por completo. Eran mis vacaciones y mi organización se había ido a la chingada por completo. Le colgué y me fui a bañar, llevaba un día sin bañarme y sentía sucia; al terminar puse una toalla en el cuerpo y empecé a secarme el cabello con la toalla, cepille mis dientes.
Fuí a ponerme mi brassier y bóxers, ambos eran negros, me tiré a la cama.
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𝕮𝖔𝖘𝖆𝖘 𝖉𝖊𝖑 𝕯𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔 // ¿Paul .L. O Oliver .R.?
FanfictionUna jóven de 24 años, conoce a su guitarrista favorita de la banda Rammstein de una forma inesperada. Al hacerse amigos se queda aún más enamorada de lo que ya estaba antes de conocerlo, al darse cuenta que la atención de aquél guitarrista estaba en...