Sólo mía

¿hay algo bajo tu cama?

A pesar de estar en pleno verano no puedo controlar mis temblores, el sólo imaginarme lo que sufrió mi mamá en esa casa, podía sentir que las lágrimas caían y no podía parar las, hasta que un movimiento desde la puerta de mi habitación rompió mis pensamientos- hermana, ¿puedo dormir contigo?, no es que tenga miedo... sólo que creo que debo protegerte por si ahí algún monstruo bajo tu cama.

-Él había estado llorando, lo notaba en sus pequeños ojos, estaban hinchados y algo rojos, me seque las lágrimas antes de que mi pequeño héroe las notará y comenzará a hacer preguntas- Claro que puedes, ven acá- le hice un espacio en mi cama y lo abracé recordando que eran nuestros últimos días juntos- gracias por protegerme, estaba demasiado asustada por el monstruo bajo mi cama pero ahora que estas aquí conmigo todo ésta mejor.

-¡claro que si hermana! Ahora yo soy el hombre de la casa y mi trabajo es protegerte- inmediatamente su mirada cambio, adivine que había recordado lo de nuestros padres. Hace un mes del accidente y no seria fácil de superar.

-claro que si mi apuesto príncipe azul en corcel blanco- recordé que odiaba que lo relacionaran con historias de niñas, así que fue una oportunidad para desviar su atención de tan devastador tema.

-¡Eli! Sabes que yo soy un héroe como iron Man, o el capitán América, ¡hasta hulk! Pero no un príncipe azul- y si, mi meta se había logrado. Puse cara de ofendida y fingi dificultad para respirar, aunque más bien parecía que estaban torturando a alguien.

-¿no lo eres Sebastián? ¿Y ahora quien va aprotegerme?

-¡ ya te dije que yo! Sólo que como superhéroe. Su-pere-roe. -ahogue una risa por su frase, era pequeño y aún no sabía separar sílabas.

-de acuerdo mi hombre de acero, será mejor que durmamos, hasta mañana Sebastián- lo acerqué aún más hacia mi, no quería que nadie lo separará de mi.

-Buenas noches Eli-dejó de moverse, pero todo era demasiado bello para ser verdad- Eli, ¿de verdad hay monstruos bajo tu cama? - dios, hoy será una larga noche.