Call me Laura

6. Laura

—Te vomitó en la falda, Kathya, ¿cómo que vas a salir con él?

Éstas mujeres no sé en qué piensan, si quieren un acostón con un hombre como Marcus me va bien, no importa, pero planear una cita formal ... ¡Que me den por el culo! Pero la rubia se ve alegre, los ojos castaños, más claros que los míos, le brillan de emoción al hablar de él.

—Pero es muy lindo, me pidió disculpas, me agradeció por ayudarlo y me invitó a cenar. —Hasta su voz se vuelve aguda cuando habla de él, no hay duda de que le gusta y si los borrachos dicen la verdad, Marcus también está loco por ella—. Y hay algo más: me pidió que te pidiera que no publiques el vídeo, por fis.

—Ni hablar, ese vídeo me traerá miles de seguidores, te lo aseguro. —Y es que es un material de lujo, con buena iluminación, ángulo perfecto y... ¡Ah!, por eso la invitó a salir el muy cabrón, sólo quiere que consiga que borre el vídeo—. Que se preocupe de cuánto bebe la próxima vez.

—¡Vamos, Lau! No seas así, bórralo, ¿sí? —insiste, abrazándo mi cintura desde la espalda, debo decir que la carne es débil y llevo más de cinco días sin sexo, así que mis bragas resienten el resultado de su abrazo—. Por favorcito.

—Dile que se lo vendo —respondo, desprendiéndome de su abrazo para tomar los expedientes que ella actualizó ayer para llevarlos al archivo, en el pasillo me encuentro con el PapasLove recién llegando de marcar tarjeta, seguro entró por la entrada trasera; al verlo venir giro sobre mis talones prefiriendo que se acumule el trabajo que soportarlo un minuto más.

—¡Oh, no! De mí no huyes, cariño, no luego de pasar toda la noche juntos —dice, rodeando mis hombros con uno de sus brazos, aún tiene el cabello húmedo por la ducha reciente y huele a limpio, suave y agradable al olfato. Retomo el camino, resignada, mientras Franky nos escucha.

—¿Durmieron juntos? Eso es contra las reglas —dice el muy cínico tras marcar su tarjeta de entrada.

—No nos acostamos —digo en voz lo suficientemente alta.

—¿Se acostaron? —tercia Kathya, llegando con su teléfono en mano. ¿Es tristeza lo que veo en sus ojos? Quizá.

—No —insisto, liberándome del peso de Manu—. Fuimos por una hamburguesa porque tenía hambre nada más —aclaro—. ¿Qué te dijo el borracho de tu novio?

—No es mi...

—¿De quién hablamos? —inquiere Manuel.

—De Marcus, y no es mi novio —explica Kathya, haciendo lo posible por no sonrojarse; no entiendo cómo estos dos pueden ser exs y estar tan tranquilos con la presencia del otro—. Dijo que ¿cuánto pides?

—¿Pedir por qué?

—Por hacerle una mamada —refuto en voz alta, haciendo que los compañeros, otros enfermeros e instructores nos dediquen una mirada mientras se giran a la oficina para marcar la entrada—. Es un chiste —aclaro con un gesto, la salita de descanso está llena en un segundo—. Tu amigo Marcus quiere que borre el vídeo que le tomé anoche. ¡Ese vídeo es perfecto, ¿cómo voy a borrarlo?! Así que le dije que me pagara para hacerlo. Negocios son negocios.

—¿Hablas con Marcus? —inquiere Manuel, ahora más firme y serio, incluso hasta se cruza de brazos, quizá no sólo es Kathya quien no ha logrado superar a su ex.

—Sí —la rubia intenta levantar la barbilla y sacar pecho, pero no tiene tetas y sí una carita inocente—, Joel me dio su número anoche. ¿Ustedes dos salieron juntos?

Ahora el PapasLove y yo nos miramos.

—No —digo yo.

—Sí —contradice él.