Sí, si, si. Ya sé que vengo tarde, pero aquí esto, ¿'key? El único contexto que necesitan saber es que todo esta week está situado en el AU Medieval de fantasía, tiene una secuencia lineal y básicamente es un fic porque me dio flojera desarrollar todos los AU's que había elegido al principio. #SorryNotSorry.
¡Nos leemos luego!
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Combate amistoso
—Otra vez —rodó los ojos cuando escuchó la petición. Seguía sorprendiéndose ante la insistencia del rubio quien parecía no rendirse por más veces que cayera—. Una vez más —exigió, colocándose de pie y adoptando una postura defensiva—. ¡Vamos!
—Te estás excediendo —comentó antes de imitarlo. Escuchó un grito que catálogo de guerra antes de que se echara a correr. Esperó a que se acercara antes de esquivarlo, dio media vuelta antes de atestar un golpe directamente en sus omóplatos, arrancándole un gemido agonizante, posó sus cinco dedos sobre su espalda y se alejó para observarlo flotar cerca de un metro y después liberó su peculiaridad, limitándose a presenciar su caída.
—Ella te lo advirtió —se burló el híbrido dragón desde su lugar—. Nuestra bruja es de las más poderosas, ¿por qué no lo aceptas? —Soltó un gruñido antes de levantarse y darle una mirada enfadada.
—Es TU responsabilidad —replicó alejándose.
—Creo que no le agrado —comentó la bruja con una expresión apenada. El pelirrojo le sonrió para transmitirle confianza.
—Tranquila —restó importancia con un gesto de su mano—. Es temperamental las primeras veces.
—Tengo tres semanas con ustedes, Kirishima —señaló, esperando que entendiera su punto—. Y desde entonces es un constante "combate amistoso" —suspiró frustrada—. ¿Fue así contigo cuando te conoció? —Cuestionó esperando entenderlo un poco. El pelirrojo negó.
—Fue un poco menos... aversivo —murmuró rascándose el cuello—. Ya sabes, empatizamos un poco por nuestros clanes —explicó apenado—. Siento que sea así contigo. Lo siento.
—Me odia —replicó dejándose caer en suelo. Se quedó ahí varios minutos hasta que se levantó de golpe—. Bueno, no me puedo estar lamentando por ello —se golpeó las mejillas para despejarse—. Es momento de continuar —aseguró dándole una mirada determinada al híbrido.
—Esa es la actitud, Uraraka —felicitó el pelirrojo dándole palmaditas en la espalda—. Ya verás que después todo será mejor —prometió con una sonrisa que la motivó.
Sin embargo... sucedió lo contrario y empeoró.
Los días se volvieron más pesados conforme el príncipe dragón insistía en luchar con ella aun después de entrenar por horas. Y ahí seguía, aceptando, leyendo sus movimientos y dejándolo frustrado luego de vencerlo.
—¿Cuál es tu maldito truco? —Le reclamó un día después de hacerlo morder el polvo tres veces seguidas—. Sé que eres una bruja, ¿me tienes hechizado? ¿Ese es tu secreto? —Gritó enfadado—. ¿O eres adivina? Conozco a las de su clase y sé que no son tan habilidosas en batalla.
—¿Puedes rendirte? ¿Por favor? —Pidió agotada.
—Sin magia —exigió poniéndose de pie—. Esta vez no permitiré que me toques.
—Si gano... —tanteó terreno, buscando una apertura—. ¿Se acabaran estos combates? Sinceramente me tienen cansada. Creí que luego de viajar por más de tres meses esto disminuiría pero, ¡solo aumenta! —exclamó estresada—. No se trata de ser o no más fuerte tú, ¡eres el jodido príncipe de los dragones! ¡Eres imponente, increíble y tienes una gran habilidad! ¿Qué importancia tiene que una mortal te gane en un combate sin sentido? ¡No lo entiendo!
—Mierda —desvió su atención a un Kirishima que los veía atónito.
—¿Qué? —Cuestionó cruzándose de brazos—. ¿Dirás algo o te quedarás en silencio también? ¡Me uní por qué quería ser de ayuda! Pelear contigo solo me agota —la frustración se volvió palpable en su voz. Ya estaba harta. Le gustaba estar con Kirishima, era agradable visitar al grupo de bandidos, incluso disfrutaba de estar con Bakugo cuando no era un bárbaro imbécil, pero todo carecía de sentido si tenía que vivir en constante combate. ¡Era una bruja, no una guerrera!—. Hice esto para ayudarte en tu travesía —confesó, dejando caer sus brazos—, aunque ahora ya no estoy segura de querer continuar.
—No has entendido nada, ¿verdad, cara de luna?
—¡Y otra vez con tus apodos! —Regañó sintiendo las lágrimas acumulándose en sus ojos—. Mi nombre es Ochako. O-cha-ko. Al menos dime Uraraka.
Y por primera vez escuchó su risa.
—Solo uno más —parpadeó confundida. Ya no se veía enfadado, parecía hasta... feliz—. Demuéstrame de que estás hecha.
—Pateare tu bárbaro trasero y me iré —advirtió quitándose la capa—. Ven por mí —lo provocó haciendo un gesto para que se acercara.
Y. Lo. Vio. Sonreír.
Apenas alcanzó a esquivar el puño derecho, predijo sus movimientos, evitando ser alcanzada por ellos. No era una guerrera extraordinario, de hecho en su aldea la tildaron de mediocre, sin embargo, desde que se unió al grupo de Bakugo notó que sus reflejos mejoraron.
Al menos cuando se trataba de él. Era capaz de saber con exactitud cuál sería su siguiente golpe, la fuerza y velocidad que utilizaría. Tomó ese conocimiento para emplearlo en su contra y vencerlo en cada ocasión.
No comprendía su encaprichamiento con luchar pero... lo descubrió al prestar atención en el fuego vivo de sus ojos cuando su cuerpo era bañado en sudor.
Y lo sintió. Trastabilló al sentir esa corriente atravesar su cuerpo, despertar cada una de sus terminaciones nerviosas y amplificar sus sentidos.
La vida corría a través de ella.
—Por fin, Ochako —contempló su sonrisa. El tiempo se detuvo a su alrededor. Las aves quedaron suspendidas en el cielo, el aire se detuvo y contempló la expresión congelada de Kirishima—. Me estaba preguntando cuándo sucedería. —Observó por primera vez la verdadera e imponente naturaleza de Bakugo frente a ella. Se volvió más alto, fornido y atemorizante, más no sintió miedo.
—¿Q-qué hiciste? —Titubeó. Rápidamente se llevó las manos a su garganta al escuchar el cambió en su voz, asustándose al no reconocer su vestimenta.
—El clan de los dragones tiene leyendas tontas y fantasiosas —comentó mientras se acercaba a ella y la tomó por la cintura—. Siempre las tache de basura para justificar estúpidas tradiciones, sin embargo... —Ya no era capaz de leer sus acciones aunque una extrema conciencia la atrapó; recuerdos que no eran suyos, dolor en otro cuerpo que se sentía propio y dos corazones latiendo como uno—. La fuerza no radica en el físico —aseguró, tomando uno de sus mechones y colocándolo tras su oreja—, el carácter fuerte, la determinación y perseverancia... ¿quieres saber por qué combatí contigo tanto tiempo? —asintió—. Solo un alma guerrera puede leer otra, Uraraka. Por eso insistí, si lograba vencerte me limitaría a reclutarte, pero seguiste y me derribaste... —escuchó una suave risa—. Cautivaste el corazón más salvaje hasta domesticarlo y tenerlo a tus pies. ¿Qué harás con él ahora, bruja de la gravedad? —Cuestionó uniendo sus labios en un suave beso capaz de transmitir sus sentimientos.
Cerró los ojos por inercia, disfrutando del cálido toque. Cuando se separaran se quedó sin palabras.
No tenía unarespuesta ante tal propuesta.
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Siempre fuiste tu #KacchakoWeek2020
FanfictionSeries de one shots como parte de #KacchakoWeek2020. "Siempre fuiste tu la persona que vi tras la puerta, aquella que susurró en mi oído que me amaba antes de alejarse y desaparecer. Tanto tiempo te busque sin darme cuenta que siempre estuviste aquí...