Consecuencias.

Capitulo Unico.

La sangre no dejaba de brotar.

Únicamente se encontraban ellos dos, Lyra habia abandonado la habitacion despues de asegurarse que el corazón de Ezra estaba expuesto. Podía verse como el músculo bombeaba aceleradamente, intentando que la sangre llegara a todos los lugares necesarios, aquellos que la pedían con desesperación tal líquido vital que ahora yacía en el piso, formando un charco brillante, donde Ezra se encontraba acostado.

Apenas podía abrir los ojos, y ahí estaba, sonriéndole.

Bastian estaba mareado. Sus manos y ropa estaban bañadas en un tono rojizo.

De su boca no salían palabras. Intentaba gritar. Intentaba caminar a su lado, poder tocarlo... Sin embargo, había algo, un cristal entre ellos; fino y casi invisible. Por más que luchaba no podía, siquiera, acercarse a él.

Y ahora, comenzaba a alejarse.

El cuarto se hacía más y más grande, alejandolos.

—Bas...— La voz que llegaba a sus oídos no era la misma de siempre, era plana, apagada. Se notaba entrecortada, como si se estuviera esforzando por hablar; y bueno, en la condición que se encontraba, con las costillas abiertas y los pulmones expuestos... le sorprendía que todavía pudiera hacerlo.

Los ojos de Bastian se llenaron de lágrimas. Era inútil todo lo que estaba haciendo.

Su persona más importante estaba a punto de morir frente a sus ojos y él no podía hacer algo.

Se sentia inutil. Tenía unas inmensas ganas de llorar, y ni siquiera eso podía hacer bien.

Las lágrimas simplemente no salían de sus ojos.

—Bas... Yo... Te... Tu...— Mientras decía esas palabras, que más eran sílabas entrecortadas por el simple esfuerzo de articularlas, los ojos azules cual mar de Ezra comenzaban a apagarse. Se veía una niebla oscura causaba que aquel bello azul se volviera el negro más aplastante y opaco que Bastián había visto...

Y en ese momento, cuando su corazón dolía como nunca se había imaginado; despertó.

Su cabello estaba enmarañado, revuelto... Le ardían los ojos, estaba seguro que estaban enrojecidos. A su lado, Ezra lo veía con una expresión que jamás había visto en él; una mezcla de confusión y preocupación...

No estaban en la casa de Rhea.

Aún estaban en el castillo de la luna.

Todo había sido una pesadilla.

Una recurrente desde que fueron capturados por Lyra, desde que ocurrieron los eventos de la luna roja.

—¿No puedes dormir de nuevo, Bas?— Ahí estaba, profunda y adormilada. Ezra Solerian se acercaba a él, para poner una de sus manos sobre su hombro.

Al ver su pecho, el heredero lunar soltó una respiración que no sabía que estaba conteniendo. Estaba bien. Todo en él estaba bien. Su pecho y órganos pectorales estaban en su lugar.

Ezra estaba a salvo.

—No es nada, ahora déjame dormir. — Tras estas palabras, el joven lunaris trataba de ocultar todo el miedo que aquel sueño le transmitía.

Ezra pareció entenderlo, pues simplemente se acostó a su lado, abrazandolo.

Esa era la tercera vez que Bastian se despertaba alterado. Sin dudarlo, y como si fuera un pacto entre ambos, el pelinegro subió sus labios a la frente del lunaris, dejando un beso en ella.

—Todo está bien, estoy contigo... — Las palabras eran un claro intento de calmarlo, aún cuando el tono que había sido empleado no lo pareciera. —No te voy a dejar.

Si, Ezra Solerian estaba siendo sentimental.

Y a Bastian le encantaba esa faceta que solamente él conocía.

Sin dudarlo un poco, elevo su rostro para hacer que sus labios se encontraran.

Fue un beso corto, pero era lo que ambos necesitaban para poder dormir bien toda la noche.

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Ren here.
OKAY, I JUST FINISH LA LADRONA DE LA LUNA, Y YO SE QUE PUEDE SER SUPER TARDE, PERO ES QUE AHHHHHHHH

Si en El príncipe del sol ya amaba a estos dos, ahora los declaro los amores de mi vida.

Y si, en mi mente Bastian tiene estrés post-traumático después de casi ver morir a Ezra.

I mean, probablemente yo lo tendría.

Btw, hace muchisimo que no escribía jajaja so, probablemente lo edite después para mejorarlo, idk.

Besos.