Betty - Jenlisa One-Shot

Betty

Heeey guys. Este es un one-shot de Jenlisa basado en la canción Betty, del nuevo disco de Taylor Swift, folklore. La trama irá transcurriendo junto a la letra de la canción, y pondré un comentario en cada trozo con la letra en español para las que no sepáis inglés :) Si queréis escucharla mientras leéis, mejor que mejor.

P.D: No tengo nada en contra de ningún idol que aparece, sólo son nombres aleatorios xd

Ese día salí del instituto con un nudo en la garganta, el mismo que la comprimía desde el día anterior, pero más tenso, casi ahogándome. El primer día de clase de nuestro último año antes de salir de este pueblo de mierda, antes de ir a la universidad. Tú siempre quisiste ir a Nueva York, querías pisar los escenarios, ser parte de ese Broadway brillante y decadente. Siempre fuiste una chica con grandes sueños. Y yo... donde fuera que tú estuvieses, allá donde me dieran una beca deportiva para estudiar Bellas Artes. Lo teníamos todo planeado, ¿lo recuerdas, Jennie? Un piso pequeño, darnos la mano en el tren, lejos de Indiana, donde no nos conociera nadie.

La noche anterior al comienzo de clases no conseguí dormirme hasta bien entrada la madrugada. Hacía calor, las cigarras rugían en mi ventana y no podía apartar los ojos del techo. Sabía que ibas a estar ahí. Rosé también lo sabía, tal vez por eso me miró con media sonrisa cuando se montó en mi coche aquella mañana. Lanzó su mochila al asiento trasero junto a la mía y puso los pies en el salpicadero como hacía cada mañana desde que aprendí a conducir. En otras circunstancias hubiéramos desviado la ruta, y Jisoo y tú estaríais repasándoos el maquillaje en el asiento de atrás, regañándome entre risas cuando cogiera una curva cerrada.

Cuando estábamos solas, solías ocupar el asiento de copiloto que Rosé había reclamado por derecho de antigüedad, llenando la guantera de discos. A veces ponías tu mano sobre la mía en el cambio de marchas, y apoyabas tu cabeza en mi hombro cuando te llevaba tarde a casa. Mi coche siempre fue nuestro refugio.

Ellas están cada vez mejor, Jisoo y Rosé. Se han hecho muy amigas, o es lo que Rosie me dice. Pero conozco a mi mejor amiga, y no me la creo del todo. Quedan a solas, a veces conmigo, a veces contigo. Sólo sé de ti por lo que Rosé me cuenta. Jisoo y ella nunca admitirían que están enamoradas. No aquí. Podrían haberse venido a Nueva York con nosotras.

Aquella mañana el coche estaba en silencio.

No quise levantar la cabeza del suelo cuando llegamos al instituto por miedo a cruzarme con tu mirada. Me mataría ver en tus ojos sentimientos que dolerían, sentimientos contra mí, que me odiabas. Yo también me odiaría, Jennie. Lo hago. Vi a tus amigas en el pasillo, Jisoo me saludó con una inclinación de cabeza y una sonrisa forzada. Creo que ella también está enfadada conmigo.

Cuando entré en el aula de Artes miré nuestra mesa al fondo, la que quedaba en la ventana. Yo me sentaba con la espalda pegada a ella a mirarte mientras el señor Todd explicaba cualquier tontería sobre la teoría de los colores. ¿Qué iba a saber él, si no observaba como yo en aquel momento cómo las luces de la mañana acariciaban tus pestañas? Siempre me gustó el arte, Jennie, y me enamoré de ti.

Me senté en mi sitio sabiendo que no ocuparías el asiento a mi lado aquel año. Pero es que ni siquiera entraste en clase. No estabas allí cuando el timbre sonó y tampoco figuraba tu nombre en la lista. No habías cogido Arte aquel año. Habías huido. Y así fue en todas las clases que el año anterior compartimos. Cogiste Economía, Dibujo Técnico y Álgebra para no verme en Arte, Latín y Filosofía. No sé si eso es bueno o malo para mí.

Te vi por primera vez en el almuerzo. Sé que a Rosé le hubiera gustado sentarse con Jisoo, pero se quedó a mi lado con las del equipo de voleibol. Tu estás sentada con tus estúpidas amigas, esas que te darían la espalda si supieran toda la verdad. Hay algo me hace odiarlas a todas, y a Seulgi más que a ninguna. Si no contamos a los chicos del equipo de fútbol americano que dan vueltas como simios a vuestro alrededor. Un cliché, ¿no?