Sentí una brisa en mi rostro, desperté y vi a Julia abriendo las ventanas para que el aire de la mañana entre a la habitación. Estaba nublado pero eso es normal en invierno, lo que significa que pronto me largaré de esta prisión.
—¡Despiértate Agnes!, deberías estar emocionada por lo menos hoy.
— ¿Porqué debería de estar emocionada?, ¿por los molestos americanos que van a venir?.
—Por favor, nos vamos a divertir, mi padre dice que tienen un acento muy peculiar.
No puedo creer que Julia esté emocionada por esta tontería, lo único que quiero es salir de aquí e ir a casa con mi madre. De verdad la extraño, odio este internado, lo único lindo que tiene es ese nombre, Rhoughecar, con aire de superioridad y todos aquí creen que solo por el hecho de estar en unas de las supuestas mejores escuelas de Escocia ya son de la realeza.
—Tú lo único que quieres es que alguno te note.
—¿Qué hay de malo con eso?, tú no tienes problemas, el más atractivo, divertido y rico hombre de todo el internado está totalmente enamorado de ti.
Julia tiene razón en eso, mi novio, bueno no somos nada por las reglas, es totalmente encantador, realmente no se porque le gusto, yo no veo nada muy emocionante en estar conmigo y la verdad no me interesa, pero él es especial, he llegado a pensar que Max es el hombre con el que me voy a casar, pero me niego, no me interesa vivir de esa manera, todo el día en casa y cuidando niños necios, tal vez algún día llegue a tener una familia pero por el momento lo único que deseo es irme de Escocia y conocer el mundo, sin depender de nadie ni nada. Mi madre dice que debería casarme con Maxwell ya que nuestros estatus son altos y desde que terminó la guerra, el dinero se escasea y el gran problema es que + mi mamá siempre estuvo acostumbrada a ser una mujer muy refinada, todavía no se hace la idea que debemos hacer algo o si no perderemos todo, no es que no tengamos dinero, de hecho todavía lo guardamos con abundancia, pero si yo no encuentro a un hombre que nos mantenga, creo que podríamos perder mucho, cosa que no pienso hacer, no necesito dinero ni a nadie, no me interesa, lo único que deseo es ser libre.
Julia salió de la habitación y se fue al baño para alistarse en otro genial día en esta asquerosa escuela.Cuando llegué al baño, todas estaban hablando de lo felices que estaban por el internado que venía, pensé que llegaban en una semana pero al parecer solo faltan dos días para que lleguen a Escocia, que emoción, más inmaduros en la escuela. Inmediatamente vi a Julia y a Mairi y les hice señas de que fuéramos a desayunar, bajamos hacia el comedor y nos servimos el desayuno.
—Espero que sean como los de las películas—dijo Mairi.
—Van a seguir con el tema, que bien. Probablemente sean unos necios y arrogantes, la verdad no me interesa para nada conocerlos.
—Bueno, tal vez a ti te molesten, pero yo les voy a dar una oportunidad, espero que sean atractivos.
—Supieron que harán una celebración, creo que en Noviembre, pero es de estudiantes, ningún profesor lo sabe. La van a hacer para los estadunidenses—dijo Julia.
—¿Para qué?,¿para que se sientan en casa?. No pude evitar reírme de lo absurdo que era.
—Deja de ser tan amargada, disfruta por lo menos esta experiencia.
De pronto dos brazos me tomaron y me dieron vueltas en el aire.
—¿Cómo estás Ags?—era Max, sus intensos ojos azules me miraron fijamente.
—Hola—contesté sonriente.
—¿Nos vemos donde siempre hoy a las 9?—me susurró al oído.
No pude evitar temblar, su voz era demasiado encantadora, con ella podría lograr lo que quisiera.
Le guiñé el ojo y sonreí dulcemente. Max se alejó con sus amigos.
—Ves, así quien se quejaría—dijo Julia con expresión de asombro.
—No me parece justo que tú tienes esa suerte y para nosotras no hay nadie—dijo Mairi fingiendo.
—Él solo es un amor pasajero, solo la pasamos bien, no me interesa formalizar nada con nadie—dije con la sonrisa todavía en el rostro.
—No lo puedo creer, de verdad que eres extraña—dijo Mairi.
—Si lo sé, lo siento—dije burlonamente.El día pasó rápido y faltaban dos horas para las 9, quería tener tiempo para arreglarme, normalmente nunca lo hago, mi estilo es muy ordinario, pero sentía que hoy debía usar algo especial, la verdad no sé porque.
Me puse mi ropa de sábado y un precioso broche que mi padre me había dejado, tenía tantos brillos que apenas se podía ver mi pelo castaño, le quité unos aretes a Julia que realmente resaltan mis ojos, se ven un tono más claros, pasan de café oscuro a un tono parecido a miel, me puse mi perfume favorito y fui al baño para después salir hacia al muelle, donde siempre acostumbrábamos a vernos.Estaba llegando y lo vi a lo lejos, era un pequeño muelle, que lo utilizaba el pescador para conseguir la comida de los domingos, habían unas pequeñas canoas pero el director decía que el lago era peligroso, cosa que no creo. Llegué al muelle y observé a Maxwell corriendo en dirección hacia mi, le hice una seña de que hiciera silencio pero no le importó.
Me tomó de la cintura y acercó su cuerpo lo suficiente para que sintiera su corazón.
—¿Como estás bella?—dijo coquetamente.
—Estaría mejor si me besas de una vez—dije riendo.
Me levanto de la cintura y me apoyo contra la baranda del muelle y me besó por un largo tiempo.
—Gracias—le dije sonrojada.
—Para ti todo bella—me contestó con su voz encantadora.
—¿Quieres navegar un rato?—me preguntó.
—Claro.
Llegamos al otro extremo del lago, y nos acostamos sobre la chaqueta de Max en el piso, vimos todas las estrellas y hablamos de todo lo que disfrutaremos en nuestro último año.
ESTÁS LEYENDO
Amor en Escocia
RomanceUna chica en 1920 en un internado en Escocia tiene un novio y unas amigas perfectas pero ella lo que desea es irse y no desperdiciar su vida, hasta que llega otra escuela de América a un intercambio cultural por dos meses y sus vidas cambiarán para...