– Parce que usarás? – preguntó la Colombiana mientras tomaba un café con los latinos en la habitación de los hermanos
– Es algo callada, Colombia – habló Arge
– Espera a que agarre confianza compa – dijo el norteño viendo a su hermana, ella rió
– No lo sé Colombia, no pensé en ésto – Chile tomó asiento para prestar atención a su conversación – Pero puedo usar unos jeans ¿no? – los latinos soltaron una carcajada
– Pe tu hermana es muy chistosa – dijo Perú al norteño
– Weona, acaso queri que ONU te mate? – Tlali negó
– Ven conmigo, te dejaré como una reina – dijo Venezuela la cual se puso de pie y le ofreció una mano a Tlali pero esta miró a su hermano
– Ve! Diviértete un rato, yo estaré aquí con los chicos – dijo Tonatiuh. Le estaba costando acostumbrarse a que su hermana ahora socializara, pero sabía que el cambio es bueno.
Chile, Colombia, Perú, Venezuela y Tlali salieron hacia la ha de la venezolana, la cual no quedaba muy lejos de la habitación de los hermanos.
– Colombia, busca algo en mi armario que le quede a mi pana, está bien chévere ser Re delgadita – dijo Venezuela con ánimos
– Y... Cuéntanos weona ¿no te aburrís estando siempre en casa? – preguntó Chile mientras ayudaba a Colombia a buscar algo para Tlali
– Realmente no, mis chamacos sabían cómo entretenerme – respondió, ella estaba quieta, miraba a Venezuela que buscaba algunas cosas en sus cajones
– Pana, métete a bañar – ordenó la venezolana – Ahí está la ducha y dentro hay una bata – Tlali obedeció mientras sus hermanas también se arreglaban
Tlali no tardó mucho dentro de la ducha, al igual que ella sus hermanas tomaron una corte ducha mientras seguían buscándole un vestido a la mexicana.
– Causa por qué tenés muchos vestidos? – preguntó Perú mientras revisaba el armario de la venezolana
– Me conocen por haber ganado muchos concursos de belleza y siempre traigo los vestidos usados conmigo – explicó.
– Listo!!! Encontré uno que le quedará a la perfección – gritó Chile mientras sostenía un vestido.
Venezuela dejo de maquillar a la mexicana para mirar el vestido.
– Tenés razón pana, es perfecto – miró a Tlali y sonrió – ponételo
Tlali se lo colocó y efectivamente le quedaba perfecto, se detuvo a verse en el espejo. Jamás había usado tanto maquillaje y menos un vestido de gala. Admiraba cada una de sus facciones y se sentía segura con lo que habían logrado sus hermanas.
Venezuela se empezó a preocupar un poco ya que la mexicana estaba tardando mucho, sin más entró en el baño y sonrió al ver la cara de satisfacción de su hermana.
– Estás lista – dijo segura, sonrió y salió de aquél lugar junto a su hermana
Las latinas quedaron impresionadas con el resultado, se podía decir que esa no era Tlali y que la había suplantado una mujer elegante.
Salieron de la habitación de la venezolana para ir con Tonatiuh que estaba con los latinos quiénes ya estaban listos, se habían colocado su esmoquin y alistado un poco su cabello, tal vez harían algunas alianzas así que más les valía ir presentables.
Venezuela entró en la habitación del mexicano con una enorme sonrisa.
– Y mi hermana? – preguntó Tonatiuh
– Sí claro, te vez bonita Vene – dijo con ironía
– Te vez bien pero ¿dónde está Tlali? – preguntó insistente, todos los latinos voltearon hacia la puerta
– Sólo yo puedo tomar a una chica desconcertada y para nada a la moda y convertirla en ésto– Venezuela y las latinas se apartaron de la puerta para dejar ver a la mexicana
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Los latinos abrieron la boca hasta donde su mandíbula se los permitió
– Re linda tu hermana che– dijo Arge (éste compa ya está muerto) Tonatiuh lo miró enojado
– Hey, es mi hermanita puñetas. – dijo enojado y como no iba a dar miedo norte todo enputado, rápidamente todos miraron a otra parte. Tonatiuh tomó su sombrero porque #siemprenorteño #nuncainnorteño
– Vámonos – le dijo a su hermana, ambos entrelazaron sus manos y salieron de ahí
– Me veo bien? – preguntó la mexicana, Tonatiuh volteó a verla
– Te vez hermosa Tlali – la mexicana le sonrió y le dió un beso en la mejilla a su hermano
– Te quiero – dijo tiernamente
– Yo igual enana – ambos siguieron su camino junto con los demás latinos.
Tomaron un taxi para llegar rápido ya que la impuntualidad no cambia.
En el salón algunos países se encontraban bailando y algunos otros se encontraban sentados platicando y disfrutando de una copa de champagne.
– ¿Dónde están los latinos? – preguntó ONU desesperada, miró al español
– A no, a mí no me mireis – dijo el español
– Son tus hijos España! – gritó la ONU, el español puso cara de a no pus si cierto.
En ese momento los latinos entraron en el "pequeño" salón. Los demás países prestaron atención a los latinos. Algunos miraban con fastidio y algunos otros con alegría y hasta suspirando, hasta atrás venía la pareja de Germán con sus brazos entrelazados.
– Ya llegó su lodo puercas!!! – gritó el mexicano quitándose el sombrero, ONU estampó su mano con su cara.
Los latinos se dispersaron entre los demás países pero claro, el mexicano no se apartaba de su hermana, su deber era protegerla.
Tonatiuh bailaba con su hermana, la mexicana no se sentía para nada incómoda, su hermano siempre la protegió y era normal que él no se apartara de ella. Pronto la música cambio a una un poco lenta y antes de que los hermanos cambiarán sus pasos alguien tocó el hombro de Tonatiuh.
– Me permites – dijo el chico detrás de Tonatiuh, él rápidamente volteó a ver quien se encontraba ahí y no era nada más y nada menos que...
– Rusia – dijo la mexicana, Tonatiuh miró a su hermana y cómo si ambos supieran leer sus pensamientos Tlali asintió, Tonatiuh le permitió al ruso bailar con su hermana no sin antes dirigirle una mirada asesina.
Holis, tal vez mañana esté inactiva un poco así que aprovecho para hacer lo siguiente
