Esplendor🍃🌺

•1•

Cada mañana, se vuelve tan repetitiva, el sonido de los niños correteando por el patio, mientras los jóvenes se divierten en su solitario ambiente; jugando los video juegos recién salidos o hablando de quien tiene más suerte en la vida. El viento sopla en la cara de la chica que esta sentada en la azotea del colegio, disfrutando una cálida tranquilidad, por lo menos por unos segundos debería de estar tranquila. La vida no a sido la más fácil que digamos, la joven siempre andaba sonriente como si su vida fuera perfecta, pero siempre ocultaba al mundo ese sentimiento abrumador que vive adentro de ella.

Todo era perfecto, el olor del aire era refrescante, el cantar de los pájaros era relajante y el sonido de la nada era reconfortante. Nada podría arruinar esto. Pero lo malo es que esta tranquilidad fue interrumpida por..

(Suena el timbre de entrada)

Suspira pesado, debería de ir lo más pronto posible, pero decide ir tranquilamente. Se levanta sacudiendose la ropa levemente, toma aire y da media vuelta para luego dirigirse a su respectivo salón de clases, los murmuros no eran raros de escuchar, mientras más cerca estaba de su salón, más eran los murmuros. Inala y exala cansada para luego sonreír haciendo mini reverencia al que se le encontraba enfrente como respeto.

-si sabías?? Es muy rara-

-se dice que sus padres murieron en un incendio-

-es tonto-

-como puede sonreir así-

-es rara-

-llevamos en esta escuela con ella 5 años, ¿porque nunca menciono del tema?-

Los murmuros eran tan agobiantes, pero ella solo sonreía con la frente en alto para no mostrar su vergüenza, si era cierto que sus padres murieron en un incendio, si era muy raro que sonría ella aunque sienta dolor, pero todo es por algo y por un porque, así que nadie le puede decir nada, aunque.. si sólo no se ubiera desatado el rumor.. nada de esto estaría pasando.. porque confío??, sabía que hacía mal al hacerlo, pero.. al corazón quien lo detiene??.

(...)

A pasado una semana desde que corrió el rumor. Últimamente, todos le miran más raro de lo que solían hacerlo, le hacen preguntas y le sofocan en su espacio personal. La chica a estado demaciado tensa, todo esto es tan repentino, aunque ya esta acostumbrada a las sorpresas que no cualquiera busca o desea.

Va a la azotea del techo de la escuela, el único lugar en que nadie sabe que va. La brisa es muy fresca, la tranquilidad y la soledad es muy bella, no hay quien le mire raro, no hay quien hable de ella, por unos segundos se siente libre, como si volará por los aires en busca de nueva tierra. Inala el fresco aire sonriendo en paz, con los ojos cerrados imaginado cosas que no van a pasar, la vida es tan complicada, ya sea en su casa o en la escuela, "¿que casa?" Seguro se preguntan, pues, la joven apenas tiene 14 años, va para los 15. Vive con su madrastra y padrastro, quienes no le tratan con mucho cariño que digamos.

Cada tarde, depues de volver de la escuela, entra en su casa y ya recibe reproches, y desaprobaciones, no hay lugar tranquilo en su vida, solo la solitaria azotea que espera con ansías cada día, para subir en ella. Esos pequeños minutos de paz es lo que la hace aún viva estar, tratar de hacer amigos no le funciono como esperaba, ya que la persona que más confiaba, un rumor muy grande a desatado, haciendo así que la joven se haya de el distanciado. El último día que le hablo, fue cuando el rumor fue lanzado, pero hubiera deseado, que solo se hubiera alejado.

Ella se había enamorado de el, aun no puede creer lo que le iso y muchos menos lo que le dijo, esas palabras le hirieron tanto, de solo recordarlo le lastima mucho el pecho, dándole ganas de llorar y lamentar cada momento, pero la vida para no sólo debe ser dolor y arrepentimiento, por eso se esfuerza cada día a dar lo mejor y mostrar lo mejor que tiene en su interior.

Pero esta vez las cosas cambiaban, el recuerdo de las palabras dichas le destrozaban, ya no tenía a nadie, solo a su misma compañía, tal vez así sea mejor, tal vez así no sea más lastimada. Aún así, las palabras dichas del que se enamoró alguna vez, la hieren a no poder, siempre estaba sola y el la quito de la soledad, el la acompaño y escucho sus lamentos. No podría creer aun, que le haya hecho esto. Las palabras retumbaban en su cabeza.. "solo me diste pena, estabas sola y.. no quería verte siempre triste, no es que me preocupe, pero ver a una persona triste en la misma escuela que yo, es muy frustrante, perdón si pensaste que eras importante, porque la verdad, nunca fue así". Se ubiera dado cuenta que las amistades no eran lo de ella, porque no es la primera vez en la que la lastimaban, todo este temor que tenia de criatura por hacer amistades, se debe a algo, se hubiera percatado.. que terminaría igual.

Se ahoga en ese pensar, y sin darce cuenta la hora de descanso a terminado. Suspira pesado y se levanta sin ganas, da una media vuelta y camina despacio. Aún sonríe a pesar de que le duela, aún les hace ver a todos que ella es capaz de todo, pero por dentro ella quisiera que todo esto acabará, quisiera una vida normal, sin esos problemas al rededor. Tal vez en un futuro lo logre alcanzar, pero.. porque no puede ser ahora?? Es que apenas ya aguanta el dolor, si ubiera una persona capaz de hacerla feliz.. sería ella misma en estos momentos.

-¡sal del camino! -un joven se acerca corriendo. Era alto, cabello negro y ojos cafés. Al momento en que ella lo mira choca por ella haciendo que caiga sentada- ¡te dije que salieras, no me culpes! -dice aún corriendo, hasta que dobla un pasillo, saliendo de la vista de todos-

La joven suspira, aveces parecía fantasma, y otras veces parecía el centro de atención. Prefería ser fantasma, para que ya no le hagan lo que siempre le hacen, para que ya no le digan lo que siempre le dicen, pero ella era fantasma solo cuando ellos la querían ignorar.

-estas bien?? -algien le extiende la mano. Lo mira y.. ¿porque?, después de todos estos años.. ¿porque?

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