¿Me Rechazó?

Estás fuera

La noche es agradable y no por estar enamorado. Bueno, también. Sino que el clima es tan refrescante que podría andar desnudo por toda mi habitación, pero no puedo porque mamá dice que eso no es correcto y debo obedecer.

Así que no importa, me agrada el clima porque me ayuda a terminar con mi tarea. Cosa que tengo muy abandonada por estar con Tin.

Aunque no lo he visto desde hace un par de días, sé que es porque va a tener exámenes y necesita concentrarse. Entonces aproveché para ponerme al corriente por igual y estudiar un poco, me hace falta porque nadie se gradúa de la universidad, por tener novio.

Con razón no me he graduado...

Pero bueno, sigo escribiendo porque esta noche estoy dispuesto a hacer que los dedos con lo que sostengo el lápiz duelan, pero algo zafó mis planes estudiosos. Mi teléfono comenzó a vibrar, a un lado de un libro que desconozco, lo tomé de mala gana.

Tinnie♥
Sal...

Me quedé viendo el mensaje y no lo entiendo, ¿Sal? ¿A dónde? O ¿De qué tipo de sal habla? ¿Voy a la cocina?. Pero luego el sonido de otro mensaje me sacó de mi duda.

Tinnie♥
¿QUÉ ESTÁS CIEGO? ¿NO SABES LEER?
¡SAL DE AHÍ ANTES DE QUE SUBA Y TE BAJE!

Bueno, no voy a negarlo. Me asusté.

Tinnie♥
¡¡O DIME DÓNDE ESTÁS!!

Bien, estoy por orinarme pero aún así me puse de pie, me asomé por la ventana y efectivamente un tipo molesto estaba ahí abajo, volteando hacia mi ventana y cuando me miró juro que podía ver la furia en ella. Así que corrí rápidamente y bajé, coloqué mis zapatos en la entrada y cuando caminaba hacía el portón, Tin me miraba de una manera tan odiosa que dudaba en abrir.

- ¿Hola? - dije tras el portón con rejas. No quiero salir, aquí estoy seguro

- ¡Sal de ahí! - me exigió

- ¿Qué pasa? - dije sin moverme

- ¡Que salgas de ahí! - dijo molesto.

Ahora sí. Voy a morir. ¿Debí llamar a la policía antes?.

Pero aún así, abrí el portón y lo dejé entre abierto por si algo pasa, voy a tener la oportunidad de correr.
Y creo que debo de correr ahora porque se está acercando demasiado a mí, jala mi playera y en menos de dos segundos su cara está a cinco centímetros de la mía.

- ¿¡Cómo diablos lo haces si estás conmigo todos los días!? - su aliento pegaba en cara

- ¿Eh? - sí, fue lo más razonable que pude decir. Qué nadie me juzgue.

- Una cosa te digo Can, ¡Te llego a ver a ti y a ese retrasado hablando y te juro que voy a golpear a ese tipo! ¡No le van a quedar ganas de volver a hablarte!

- ¿Cuál retrasado? - me confundí, ¿Yo? ¿Va a golpearme? o ¿es una indirecta?

- ¡Ese tipo Good! ¿Escuchaste Cantaloupe? Sé dónde vives Can, ¡Me llego a enterar de algo más y te juro que voy a hacer que ese estúpido aprenda a hablar rápido y después voy a venir contigo! - me miró - ¿De qué te ríes? ¿Crees que esto es chiste?

No lo podía creer.

Sonreí - ¿Manejaste media hora desde tú casa para decirme esto?

- Si quieres vuelvo cuando no estés ocupado... - eso sonó a sarcasmo - ¿Que hacías? ¿¡Coquetear con ese idiota cuando yo estoy en exámenes!? ¿Lo invitas también a ir por esas brochetas de 3 por 20?