De entre ellos había el profesor Dumbeldore, la profesora McGonagall, Snape, la profesora Sprout y el profesor Flitwick, con los alumnos y nosotros eramos doce en total, nosotros nos sentamos en la mesa para empezar a comer algunas cosas que llenaran nuestro estomago esta mañana
Dumbeldore: Felices navidades a todos! Como somos tan pocos me pareció absurdo que los alumnos se sentasen en las cuatro mesas en vez de una por eso como pueden ver solo hay una mesa donde sentaros
Harry empezó a coger algunas patatas asadas, yo por mi parte cogí un poco de caldo para calentar mi cuerpo, pero en ese momento paso algo sorprendente, algo que solo sucede una vez cada docenas de años, o por lo menos a mi me parecía de esa manera, la profesora Trelawney había salido de su torre
Dumbeldore: Sybill, que sorpresa tan agradable
Esas palabras las decía con verdadero asombro, aunque lo disimulaba bien, por mi parte no le prestaba mucha atención a su presencia, tampoco es que fuese alguien en quien tuviera interés en conocer mejor
Trelawney: estuve consultando la bola de cristal, señor director y ante mi sorpresa me he visto abandonando mi almuerzo solitario y reuniéndome con ustedes, quien soy yo para negar los designios del destino?
Dumbeldore: por supuesto, permitime que te acerque una silla
Dumbeldore alzo su varita y con un movimiento hizo que una silla se acercara y se colocara entre los profesores Snape y McGonagall, ella durante ese tiempo miro por las mesas y dio un pequeño grito
Trelawney: no me atrevo señor director! Si me siento seremos trece! Nada de peor suerte, no olvidéis que cuando trece comen juntos el que se levanta primero es el primero en morir
McGonagall: nos arriesgaremos Sybill, por favor siéntate, el pavo se enfriá
La profesora Trelawney dudo unos momentos sobre si sentar-se o no pero al final decidió sentar-se en la silla y coger algo para comer, la profesora McGonagall cogió un cucharon y lo introdujo en la olla mas cercana
McGonagall: quieres callos Sybill?
La profesora Trelawney lo acepto pero no parecía prestar-le mucha atención a McGonagall, en vez de eso volvió a echar una ojeada a su alrededor buscando a alguien
Trelawney: pero donde puede estar el profesor Lupin?
Dumbeldore: me temo que ha sufrido una recaída, es una pena que haya sucedido el día de navidad
A sus palabras recordé que como habíamos sacado las hojas de mandrágora el día de hoy significaba que había luna llena, por lo que el profesor Lupin debía estar incomunicado por su transformación en hombre lobo
McGonagall: estoy segura que ya lo sabias Sybill
La profesora Trelawney dirigió una mirada gélida a la profesora McGonagall, se podía ver que esas dos no se llevaban bien que digamos, como el agua y el aceite, no iba a decir como el gato y el
perro porque yo me llevaba muy bien con Isis
Trelawney: por supuesto que lo sabia Minerva, pero no quiero alardear de saber-lo todo, a menudo obro como si no estuviera en posesión del ojo interior para no poner nerviosos a los demás
McGonagall: eso explica muchas cosas
Sinceramente yo pensaba que incluso sin eso ella ya ponía nerviosa a la mayoría de la gente con su manera de ser, en ese momento la profesora Trelawney le comento una cosa a la profesora McGonagall
Trelawney: si te interesa saber-lo he visto que el profesor Lupin nos dejara pronto, el mismo parece comprender que le queda poco tiempo aqui, cuando me ofrecí a ver su destino en la bola de cristal, huyo
McGonagall: me lo puedo imaginar
Dumbeldore: dudo, que el profesor Lupin este en peligro inminente, Severus has vuelto a hacer la poción?
Snape: si señor director
Dumbeldore: bien, entonces estoy seguro de que estará levantado en poco tiempo
La profesora Trelawney se comporto casi con normalidad hasta que, dos horas después termino la comida. Atiborrados con el banquete Harry y Ron fueron los primeros en levantar-se de la mesa y la profesora Trelawney dio un grito otra vez
Trelawney: queridos míos quien se levanto primero?
Ron: sinceramente no lo se
McGonagall: dudo que haya mucha diferencia, A menos que un loco con un hacha este esperando en la puerta para matar el primero que salga al vestíbulo
Aliza: y no hay nadie allí, se lo puedo asegurar profesora
Ron y Harry se rieron de esa broma, Hermione aunque no lo pareciese también le había hecho gracia en cuando a mi hacia lo que podía para no reírme mientras hablaba, esta ya era la segunda broma que la profesora McGonagall hacia este curso con algo relacionado a las predicciones de Trelawney, era agradable ver esa faceta suya
Harry: vienes con nosotros Hermione?
Hermione: no, tengo que hablar de algunas cosas con la profesora McGonagall
Ron: probablemente por si puede darnos mas clases
Aliza: lo dudo, Hermione ya tiene suficiente, mas incluso que alumnos de cursos superiores
Harry: la profesora McGonagall no le daría mas, Hermione ya esta en su limite aunque no lo deje ver
Aliza: sin duda, la veo muy cansada estos días
Yo por mi parte ya sabia de que hablaría Hermione con la profesora McGonagall así que decidí quedarme para evitar que Hermione se pasara demasiado, los chicos se fueron y Hermione y yo fuimos donde McGonagall
Hermione: profesora hay algo que tengo que hablar con usted
McGonagall: de que se trata?
Hermione: parece que alguien le regalo una Saeta de Fuego a Harry, pero no había ningún nombre de quien la envió
McGonagall: tendremos que desmontar-la para ver si hay algo peligroso, vayamos por ella
Aliza: profesora aunque se que no la puedo detener, le pido que sean muy cuidadosos con la escoba, el mas mínimo error podría estropear-la y sinceramente lo mas probable es que no tenga nada malo en ella
McGonagall: por supuesto lo tendremos, esta escoba nos podría dar aun mas ventaja en los partidos, pero tenemos que asegurarnos que no haya nada malo en ella
Hermione parecía satisfecha con sus acciones, se podía ver que se preocupaba por Harry, eso estaba claro, pero eso no significaba que ellos se lo iban a tomar bien
Aliza: Hermione empieza a mentalizarte porque los chicos dejaran de hablar-te durante una temporada
Hermione: pero si lo hago por el bien de Harry
Aliza: puede ser, pero ya sabes como son ellos, una escoba tan increíble y tan cara como esa, se lo tomaran como un sacrilegio el que la desmonten y ya ves lo mucho que les gusta incluso sin haber subido en ella
Llegamos a la sala común donde los chicos ya estaban preparados para bajar y probar la escoba en el campo de quidditch, por mi parte le hice algunas señas a Harry pidiéndole perdón por no haber podido evitar lo que se avecinaba, la profesora McGonagall llego en ese momento
McGonagall:Conque esa es la escoba, dijo mirando la saeta de Fuego, la señorita Granger me acaba de informar que te la enviaron Potter
Harry y Ron miraron hacia Hermione con una mirada no muy agradable, yo ya iba presintiendo lo que iba a pasar, aunque eso podía causar problemas si la tormenta de relámpagos llegaba ahora, aunque sin duda haría que todo saliese bien, ya que sino tendría a un hermano y dos amigos mitad humanos mitad animales
McGonagall: puedo?, dijo la profesora con la mano extendida pidiendo la escoba
La profesora la empezó a examinar, al final después de algunas preguntas, se llevo la escoba para que la revisaran lo que no gusto nada a Harry y Ron