¿Esto es el amor?

PREFACIO

Ya han pasado casi cinco años desde aquel día y aún se encuentra pensando en ello mientras camina a orillas de la playa o cuando se encuentra sola en casa mientras escucha baladas románticas que rompen más sus esperanzas y el sueño de encontrar alguien que la ame con la misma intensidad y que la vea con los mismos ojos con la que él solía verla; con tanto amor y ternura. ¡Que estupidez perderlo!

En fin, no había vuelta atrás, las cosas estaban hechas y ella sabía muy bien que la posibilidad de un posible reencuentro existía, pero que él la vuelva amar, era imposible. ¿Pero que había hecho ella para que él se enfadara tanto? Bueno, quizá no fuera enfado, yo considero que él no se encontraba molesto, lamento decirlo, pero él había llegado al punto de odiarla y despreciarla.

Quizá fuese la misma razón por la cual el chico con el que se encuentra ahora compartiendo un momento íntimo, la odiaría.

Ambos están besándose, el brazo del joven recorre el cuerpo de ella mientras sus labios hacen contacto. De pronto ella se detiene un momento y se coloca encima de las piernas de él para darte mejor visión de sus pechos. Le susurra algo en el oído y empieza darle pequeños mordiscos. Él suelta un gemido poco audible y dirige sus labios hacia su cuello mientras sus manos se colocan en su cintura y bajan lentamente hacia sus muslos. Es en ese instante que ella parece dudar de continuar. Se detiene un segundo, le da una pequeña mirada al rostro del joven y algo en los ojos de él parecen hacer desaparecer la contradicción que por un momento había sentido. Se levanta lentamente y mientras lo besa lo obliga a también a él ponerse de pie. Sin en ningún momento dejar de besarse lo guía hacia la cama que está a poca distancia y se acuesta mientras lo observa y le insta a seguirla mientras inicia a sacarse la camiseta azul que tenía puesta. Esta acción hace que él no tarde mucho en estar sobre ella besándole el abdomen mientras lucha con desabrochar el sostén.

¿Con cuántas chicas se había acostado él? La verdad es que desconozco la cifra exacta, pero de lo que no me cabe duda es que ella no era la primera. Aun así, la forma en la que él la veía mientras ella se quitaba la camiseta me hacían dudar de que ella fuese una más de su colección. Los nervios y él deseo de poseerla lo delataban. Ella por otro lado parecía perdida en sus pensamientos y parecía movida por el placer que él podía brindarle en la cama.

Luego de unos segundos él logra su objetivo e inicia a besarle los pechos que inician a tornarse rojos. Ella gime y parece instintivamente cubrirse la boca con las manos para que nadie pueda oírla. Luego abandona su necesidad de mantenerse callada e inicia a desabotonar la camisa de su acompañante y sus manos cálidas tocan por primera vez su piel. Definitivamente no había forma de que se detengan. Parece que alguien después de todo perdería la virginidad esa noche, y me tranquilizaba saber que él realmente la quería, pero ella ¿sentía algo por él?