One Shot: "¡Especial Navidad!" [Rubelangel]

Relato por Mangel:

  Ya hace 3 meseh que ya no vivo con Rubiuh. Se siente raro, pero ya me he acohtumbrao’. Vivih con Cheeto es la polla, pero de toh’ modoh falta mi Rubiuh a mi lao’. Ha sio’ toh’ muy raro dehde que noh separamoh. Siento que todo ha cambiao’ y que noh hemoh separao’ un poco. No sé, quizáh son idioteceh míah.

  Ya iba a seh Navida’, y la iba a pasah en familia. Pero algo me decía que debía pasahla con Rubiuh. Lo llamé, siendo que es 22 y ya debe teneh toh’ pensao’.

-¿Mangel?

-¡Hola Rubiuh! Quería sabeh si tieneh algo pensao’ pah’ Navida’. Digo yo.

-Pues, la verdad iba a ir a Noruega, pero hubo un problema con el vuelo y no voy a poder ir. Asique se podría decir que esta Navidad la pasaré solo. ¿Por?- Ehto es suehte o coincidencia.

-Te llamo luego.- Colgué y llamé a mi familia pah’ dihculpahme, pero que no pasaría ehte año con elloh. Debía ehtah con mi mejoh amigo y volveh a teneh la cehcanía que teníamoh anteh.

Relato por Rubius:

  Pensé que vivir solo iba a ser genial. Traer bitches sin ser molestado, hacer lo que quiera y esas cosas; pero resultaba ser de alguna forma aburrido. Es como si necesitara nuevamente de mi Mangel. Aparte, mi mala suerte no acababa: el vuelo a Noruega que tenía previsto para Navidad tuvo unos problemas, y ya no alcanzo a llegar para la festividad. ¡Qué grande! Tendré que pasar la Navidad solo con mi gata… Si es que esa guarra me presta atención. Fui al balcón y miré el cielo: ya estaba oscuro y estrellado. Por necesidad, vi la estrella que le había regalado a Mangel en ese momento gay de nuestra despedida. No sé, quiero verlo. Siento que nos hemos alejado un poco el uno del otro. Y sin percatarme mucho, el móvil empieza a sonar en mi bolsillo. Lo saqué y vi el número.

-¿Mangel?- Aún no me lo creo que sea él. ¿Qué querrá?

-¡Hola Rubiuh! Quería sabeh si tieneh algo pensao’ pah’ Navida’. Digo yo.- ¡Alabado seas!

-Pues, la verdad iba a ir a Noruega, pero hubo un problema con el vuelo y no voy a poder ir. Asique se podría decir que esta Navidad la pasaré solo. ¿Por?

-Te llamo luego.- Colgó de la nada. ¿Qué le pasará? Juro que si lo hace para trolearme, lo mato. ¡Oh! Me llama de nuevo.

-¿Qué pasa hombre?

-¿Quiereh pasah lah fiehtah conmigo? Como no tieneh nah’ que haceh, supuse que no te molehtaría pasahla conmigo.- ¡Aiins! Que mono es Mangel.

-Pues… ¿Por qué crees que me molestaría? Ven a mi piso y lo celebramos los tres.

-¿Loh treh?

-La gata, tú y yo.- Que insensible es, huehue.

-¡Ah! Claro, la gata. Pueh vale…- Y nos pusimos de acuerdo con las cosas y más.

  Ya todo listo, me fui a mi habitación y me acosté, y Raspberry me acompañó.

-Ya verás a Mangel, como te lo prometí hace unos meses. ¿Lo recuerdas?- La acaricié, pero esta vez no me rasguñó. Creo que entendió que tanto ella como yo estábamos muy felices por ver a Mangel. Se acurrucó a mi lado y se quedó dormida. ¡Si cuando quiere es muy mona! Y cuando quiere se pone muy hija de puta. Mientras que yo intentaba dormir, pero no podía. Estaba ansioso, ya quería que fuese Navidad. Parecía un crío, el cual quiere ver qué le trajo Santa Claus. ¡Joder! Mañana saldré a comprarle el regalo a Mangel, sin falta. Y mientras aún tenía mi mente en mil y una cosas, no noté cuando me dormí.