El amor aparece siempre en lugares insospechados. Como un conjuro de magia, se materializa en aquella persona que conociste en casa de alguna compañera, la amiga de tu amiga. O tal vez en la chica de medias raras linda, pero a la que nunca hablaste porque la idea de tomarle la mano de presentaba solamente en el plano de lo irreal. O en el chico que se sentaba en la parte de atrás del salón. O en el mejor amigo de tu mejor amiga. O en tu mejor amiga.
Alguna vez yo tambien me enamoré de mi mejor amiga, pero no se lo dije jamás.
Alguna vez yo también amé por primera vez, lloré por primera vez , sentí miedo de desear a la persona incorrecta por primera vez. Y como suele pasar en las primera veces: me sentí sola, desorientada, actuando siempre desde la sospecha y la intuición. Y al mismo tiempo: me sentí embriagada, con los sentimientos saturados, con las ganas de decirle todo lo que siento pero a las vez callarme y no decir nada, mis ganas tatuadas sobre mi piel y el corazón hinchado, llenos de certezas.
Así que eso era amar, toda la posibilidad de jugar con lo infinito entre los dedos.
Hace tiempo pasé por ahí y, sin embargo, al ver que me he vuelto a enamorar, me descubro habitando ese espacio de nuevo. Siento nubes grises en mi garganta. Me dan ganas de soñar, de escribir su nombre innumerable veces, escribirlo en mis poemas, en mis sueños, en mi cuaderno.
Y esta vez me dan ganas de hacerlo sin apresión, sin recelo.
Quisiera viajar en el tiempo y dejar de ser una adolescente que gastaba su tiempo mirando fijamente la boca de la peliroja para pasar ser la adolescente que gastaba su tiempo diciendole a la peliroja que la amaba y que eso no estaba mal. Que no existe un lazo más profundo que el se forja entre 2 seres humanos, que el amor.
Que el amor siempre esta dirigido a otro cuerpo y que está bien que ese cuerpo sea igual al mió.
Así que peliroja, pienso en tí todo el tiempo. Y me reconozco, me acepto y me permito sentir.

Llevo conmigo tú corazón, lo llevo en mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora