Esa es la palabra que describe la frustración que se siente cuando vives continuamente bajo la sombra de hermanos y hermanas, ya sean mayores o menores que tú, es realmente molesto que no importa lo que hagas, siempre habrá algo que alguno de tus hermanos hará mejor que tú, es justo ese momento en donde el esfuerzo que te tomó, no importa, no es relevante para nadie, ni siquiera para ti puesto que, después del desprecio de tus acciones ¿quién realmente apreciara lo que haces?. Saben, recientemente me di cuenta de algo que me dejó perpleja, mi hermana menor y yo no podemos pasar ni 5 minutos juntas sin pelear y justo hoy que discutí con mama me llegó esa revelación de que nuestros motivos para pelear son superarnos entre nosotras, ver quien es mejor, todo a raíz de la presión impuesta por nuestros padres de estar comparando todo lo que hacemos, lo que somos, lo que hablamos, lo que vestimos, nuestras elecciones, aspiraciones, sueños, comportamiento, fuerza, dedicación, trabajo, amor, amistad, todo. Es gracioso en cierta forma, porque si lo piensan, ellos detestan las peleas que consideran tontas entre ella y yo sin darse cuenta que son ellos los culpables de que se generen, hoy llegué a mi límite, decidí dejarla ganar, estoy tan cansada de la presión, de las expectativas que hay que cumplir, estoy frustrada de ya no sentirme suficiente, de que lo que estudio ya no me haga feliz, me siento atormentada de que voy a pasar años perfeccionando y tratando de conseguir un empleo de algo que no disfrutó y lamentarme toda la vida, me siento desesperanzada de no ser quien realmente esperé, de no poder terminar, me siento aterrada de dejar todo a la mitad porque no fui educada de esa manera, porque no se me permite hacer algo así, es agotador que no importa como actúes, nunca estará bien, nunca será suficiente, a veces quisiera ser mas valiente para poder dejar todo atrás, pero no puedo y eso es algo muy tedioso.