Isabella Salvatore

Capítulo 57: Deseo(+18)

Advertencia:
El siguiente capítulo narra contenido para mayores de edad, ya que es explícito y erótico. Si eres menor de edad no leas por favor.

Música para ambientar el momento escucha mientras lees!

POV Bella.

Sentí los brazos de Damon envolverme por completo, cada fracción de mí. Solo con él me siento yo misma, puedo sentir esa pasión recorrer mi cuerpo, amaba esa sensación sentirme deseada.
Damon me tomó con fuerza y me recargó contra la pared, está acción profundizó el beso, pero logró hacerme sentir ese cosquilleo, lo único que pensaba era que continuara su paso.
Colocó sus manos en mis piernas, logrando cargarme, un pequeño gemido salió de mis labios.
Lo deseaba, y siempre era así, desde que entró por la puerta de mi departamento lo único que quería era besarlo más que nada en el mundo.
Enrrede mis piernas en su cadera y coloqué mis manos sobre su cabello.

-Me vuelves loco Isabella-Damon decía con una voz entrecortada.

Colocó diversos besos recorriendo mi cuello, sus manos llegaron a mi cintura tomando mi polo.

Se alejó para verme con una sonrisa totalmente maliciosa.

-Lo primero que pensé al verte así vestida es que te ves demasiado sexy Isabella-Damon dijo con voz ronca.

Sonreí

-Quitamela-Dije con deseo.

El me miró y lo ví, sus ojos azules se volvían completamente oscuros de deseo.
Sentí sus manos tener contacto con mi piel y logró quitarme la polo quedando en brasier. Damon me tomó de la cintura y me giró de espalda a él.
Comenzó a quitar poco a poco los botones de mis jeans y bajar el cierre del mismo.

Me envolvió en un abrazo.

-Te amo-susurró.

Lo sentí alejarse un poco de mí y como el elevador frenaba por completo. Estaba segura que Damon lo había detenido.

Sonreí.

Damon colocó sus manos sobre mi abdomen y lo acarició con dulzura.
Se acercó a mi oído.

-Quiero que lo digas-susurro con desdén, sentí como sus manos bajaban hasta mis jeans.

Nuestras respiraciones eran aceleradas.

Su mano abrió paso hasta mí zona intimida, a la cuál llegó. Lo único que lo separaba de un tacto directo eran mis brajas.

-Por favor dilo-Damon suplicó.

Cerré mis ojos.

Sentía su aliento sobre mi cuello.
Su mano se colocó por completo en mí, el en un movimiento logró que el contacto fuera directo.

No podía describir está sensación, era la mejor, Damon era todo un experto cuando de placer se trataba, conocía a la perfección cada zona para hacerme sentir satisfacción.

-Dilo-susurraba.

Yo comencé a gemir y mordía mis labios con placer.

-Te...Te..Te amo..-Respondí con una voz entrecortada.