EL NACIMIENTO DE UN HÉROE

I

Sangre, por todos lados, mis amigos, mi familia, todos asesinados y yo... totalmente paralizado, apunto de ser también asesinado, no tenia ninguna reacción en mi rostro, tenia mi mente en blanco, ese hombre tenia una gran espada y con ella apuntándome, al ras de dejarme sin vida, pero alguien se interpuso y se sacrifico por mi, Conrad, uno de los sirvientes de mis padres, que era como un hermano mayor para mi, esa persona que siempre jugo conmigo desde que era pequeño acaba de dar su vida por mi, en ese momento por fin reaccione, lo vi y me dijo:

-¡Corre Everard, sobrevive!

Tenia mucho miedo, aunque ya mi mente no estaba en blanco, mi cuerpo aun estaba totalmente paralizado, ese hombre estaba masacrando a Conrad frente a mi, pero no podía desaprovechar la oportunidad que el me dio, decidí levantarme y correr, me dirigía a la aldea mas cercana a mi hogar pero para llegar a ella tenia que cruzar un gran bosque, seguía corriendo pero ya no podía mas, estaba demasiado cansado, pero no podía parar, probablemente el me estaba siguiendo, seguí corriendo, pero sentía que me iba a desmayar, alcance a llegar a las afueras del pueblo pero no resistí mas, caí inconsciente.

Desperté, no sabia donde estaba, mire a mi alrededor, era una cabaña un poco vieja, con muebles algo desgastados, un hombre sale y me pregunta:

-¿Te sientes bien?

Asentí con mi cabeza, pero recordé lo que había pasado, rompí en llanto, no podía entender porque asesinaron a mi familia.

-oye, que te pasa ¿enserio te sientes bien?

No podía ni siquiera contestarle, me sentía muy mal, al cabo de un rato pude calmarme un poco, me llamaron para darme un poco de comida.

-¿ya te sientes mejor?

No tenia muchas ganas de hablar, así que asentí con mi cabeza, la esposa del señor, que estaba en la cocina, me trajo un plato de comida, pero eran raciones muy escasas, se notaba que eran una pareja muy pobre.

-¿Como te llamas?

-Everard

-Un gusto conocerte Everard, soy Magnus y mi esposa es Alana

-También es un gusto conocerlos- dije cabizbajo.

No quería hablar mucho, hubo un gran silencio por un rato, pero Magnus decidió hablar

-¿Oye y tus padres? ¿Porque no estas con ellos? ¿Te perdiste jugando?

Rompí en llanto, no quería recordar eso.

-Fueron asesinados, al igual que mis amigos y el resto de mi familia- dije sollozando- no tengo a donde ir y no quiero volver a ese lugar.

Magnus y Alana se quedaron sin palabras, no podían creer que le haya ocurrido eso a mi familia, pero luego reconocieron de quien era hijo, esperaron a que me volviera a calmar un poco y me preguntaron:

-¿Acaso tu eres el hijo de los nobles Ackerley y Beatrice?

Quede sorprendido

-¿Como lo saben?

-Everard, el asesinato de tus padres ya es noticia, eran los nobles mas queridos del reino, no lo creerás pero estuviste tres días inconsciente, durante ese tiempo se esparció la noticia por unos cazadores que pasaron cerca de tu hogar.

No dije palabra alguna, termine de comer y volví a la cama, no quería hacer nada, solo quería dormir y pensar que todo esto era solo un mal sueño y que en algún momento iba a despertar y volvería a ver a mis padres, a mis amigos y al que consideraba mi hermano, pero no, no era un sueño, esta es la horrible realidad.

Pase algunas horas dormido pero Magnus me despertó, me dijo que quería hablar conmigo

-Everard, he conversado con Alana sobre esto y nos pusimos de acuerdo ¿te quieres quedar con nosotros?

Lo pensé por unos minutos, no sabia si aceptar, no quería ser una carga para ellos, tienen muy pocos recursos y no seria bueno que gastaran mas de lo necesario en mi, estaba a punto de rechazar que me cuidaran pero Alana me dijo

-Se que no tenemos mucho dinero como para alimentarte seguido o pagar tu escuela, pero te aseguramos que te vamos a cuidar, se que no podemos reemplazar a tus padres pero vamos a tratar de ser una familia para ti

No sabia que decir, quede anonadado con la bondad de la pareja, me hizo un poco feliz escuchar esas palabras, comencé a llorar y entre sollozos les dije

-¡G-Gracias, sera un placer estar con ustedes!