Knasis

La huída de Basto

Reino Basto, año 649

Narra Knasis

Estábamos en un día como otro cualquiera, el rey nos había pedido un encargo a mi equipo y a mí, por cierto éramos los caballeros mágicos reales.

El equipo contaba con seis personas, tres chicos y tres chicas.

-Hey Knasis, ¿cómo andas esta mañana?-me dijo Raptor.

-Bien aunque un poco adormecido. -le respondí.

-Mirza con un aire grandilocuente dijo- Tú siempre estás dormido.

-Muestra más respeto a tus superiores. -respondí ariscamente.

Hace tiempo que el equipo está raro, Mirza no me trata como antes, creo que cortará conmigo, también están raros Raptor, Lis y Traiz, todos ellos me han dejado de hacer caso en el transcurso de las misiones y parecen tramar algo a mis espaldas, de todas maneras manejo dos magias y ellos aún no han visto mi verdadera habilidad de deformación de realidad, pero la usaré en caso de emergencia.

-Bueno chicos- saludó airosamente Traiz - el rey hoy nos ha dado una misión facilita.

-Buah, tan solo es una pelea en las afueras del Reino, seguro que con tu magia de tierra llegamos rápido, ¿no Raptor?- dijo Deriz.

-Para eso os llevo con mi magia de luz y os dejáis de estupideces chicos. - replicó Lis.

Tras eso un haz de luz provocado por la magia de Lis nos llevó a la otra punta del reino en un abrir y cerrar de ojos. Una vez allí...

-Aquí no se ve nada- dije al aplicar mi don de oído sobre los 10 kilómetros a la redonda de aquél lugar- y tampoco se oye nada extraño, ¿queréis decirme porqué me habéis traído aquí chicos?- pregunté sabiendo que la respuesta era mi propia muerte.

- Ya lo sabes Knasis, llevamos mucho tiempo queriendo hacer esto y el rey por fin nos ha dado el permiso necesario.- dijo Raptor.

- Será un placer acabar contigo cariño.- comentó Mirza.

-Basta de cháchara ilusos, hoy os enseñaré de lo que soy capaz y así podréis de suerte contarle al rey que me he ido del Reino, además os tengo que agradecer que me hayáis traído hasta la frontera de los cuatro Reinos.

En ese momento se me abalanzaron Lis y Deriz. Esquivé sus magias sin mucho acopio, de seguido encendí el cigarro de mi boca, los chicos se quedaron mirándome con cara asqueada y yo les miré con aires de superioridad ya que me sabía todas sus magias y habilidades de memoria. Mirza me lanzó una bola de energía demoníaca, aunque ella creía que me alcanzaría ya que es un ataque teledirigido, pero antes de que me alcanzase, la bola demoníaca cambió a ser una burbuja de agua, todos ellos extrañados se preguntaban que pasaba y yo entre risas les expliqué mi verdadera magia y que lo otro tan solo era un don de los dos que tenía. Tal fue la sorpresa en ellos que me dió tiempo a noquear a Mirza, Lis y Deriz, por otra parte Raptor y Traiz usaron sus magias de tierra y planta, no me fue difícil librarme de ellas, tan solo hice que las plantas germinasen la tierra de Raptor y así se quedaron ambas magias inutilizadas y me dió el tiempo para crear una lanza y atravesar los estómagos de ambos excompañeros.

-Jajajajajajaja, aún os falta mucho para poder vencerme, sois inútiles, volveré dentro de cinco años a matar al rey y no podréis impedirlo.

Reino Espada, año 649

Hace seis meses de aquello y a día de hoy sigo arrepintiendome de no matar a todo el Reino en ese instante.
Bueno tendré que seguir con el trabajo de asesino a sueldo. ¿El siguiente quien es? A sí, es verdad, el noble que gobierna la ciudad fronteriza con el Reino Copa, perfecto así no me echarán las culpas a mí...

Continuará.