Mi querido bastardo

prólogo

Jadeos se escuchaban junto a pasos que resonaban, el sonido de una puerta abriéndose – aquí no está – se escuchó la voz de una mujer, empezando a correr continuo por aquel pasillo oscuro – aquí tampoco – escucho atreves de un auricular, una explosión hizo que la mujer se detuviera, empezando a correr la mujer observo la silueta de un joven cubriendo su rostro para evitar daño de la explosión anterior, la mujer corrió junto al joven, la zona estaba iluminada, la explosión había un hecho agujero en el techo dejando ver el sol – sas – la mujer no termino pues una silueta de un joven parado en el borde del agujero la detuvo – n-n-na – aquel joven observo a la mujer y sonrió – así que después de todo este tiempo nos volvemos a reunir – los ojos azules de la mujer se abrieron mientras observaba aquella figura, no se distinguía quien era, la luz del sol chocaba con la espalda del joven haciendo que su cuerpo se vea totalmente oscuro, pero ella sabía quién, era a quien ha estado buscando, aquella persona por la cual se fortaleció