KIM NAMJOON

Noche Contigo - NamMin

Si bien pasar la mayoría del tiempo en la Universidad era bastante complicado, no tener un tiempo a solas con su novio, lo hacía aún más. Namjoon trabajaba la mayoría del tiempo y él, pasaba mucho tiempo estudiando y practicando, a veces casi ni tenian tiempo para su relación, así que el tiempo que tenían para verse era muy escaso, a veces casi nulo.

Llamada

-- Hey, Jimin ... cariño como estás?-- una voz cansada fue lo primero que escuchó desde la otra línea --

-- Cansado, estresado y triste porque ya se cumplieron dos semanas sin verte Nam...-- abultó inconsciente su labio inferior al pronunciar lo último --

-- Yo también te extraño pequeño, pero ya sabes cómo son las cosas en el estudio, te prometo que en cuanto pueda iréa verte-- pronunció el moreno. Si, su trabajo ocupaba la mayor parte de su tiempo y se sentía un mal novio por no dedicarle tiempo a su pequeño pollito --

-- No te preocupes, Nammie. -- sonrió inconscientemente -- Ambos hemos tenido unas semanas bastante pesadas -- suspiró -- Cariño... quisiera hablar más tiempo contigo pero debo a clases... te amo --

-- Está bien,  yo te amo más bebé, cuidate. -- dicho esto el moreno colgó la llamada, el menor sonrió, haber hablado con su novio mejoró un poco su mañana, agradecía internamente a Namjoon, ya que éste sin darse cuenta hizo que su humor mejorara, quizás ese día no seria tan malo después de todo --

Fin de la llamada

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Bien, su día no fue tan malo como pensó, pero si que terminó exhausto. Amaba bailar, se sentía tan libre y contento al hacerlo, pero como todos los bailarines, debe soportar dolores en su cuerpo y eso lo fastidiaba un poco, ya que al no tener a su torpe y tierno novio dándole mimos lo hacía poner un poco triste y melancólico al recordar que éste mismo se encontraba trabajando y no con él. Lo único que tenía en su mente era llegar a su departamento, darse una buena ducha e ir a la cama, agregar a su novio seria una buena opción, sin embargo, no pudieron hablar otra vez desde la mañana.

Al menos las calles a esas horas eran más tranquilas, no había muchos vehículos ni personas, era relajante y probablemente era lo que más disfrutaba luego de un día agotador, se colocó sus audífonos, un poco de música no le haría mal. Metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y sólo se concentró en la música mientras pensaba en todas las cosas que debería hacer al día siguiente, sin embargo, una imagen de su Nammie componiendo se coló en sus pensamientos, provocando que una sonrisa tonta se formara en sus labios, deseaba fuertemente él estuviera a su lado, continuó caminando y pensando en lo que había hecho ese día hasta que llegar a su pequeño departamento.

( • • • )

Al llegar, abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa al ver a su hyung favorito allí.

-- ¿Cómo entraste? -- aquello salió de sus labios inconscientemente --

-- Bien, eso no era lo que me esperaba, pero contestando a tu pregunta, sé donde escondes la llave, bonito -- sonrió mostrando sus adorables hoyuelos y se acercó al menor y lo envolvió en un cálido abrazo --

-- Oh, Nammie, te extrañé tanto -- rodeó el cuello de su mayor y escondió su carita en el cuello del mismo --

-- Yo también lo hice Jimin, como no tienes idea -- expresó con sinceridad el más alto --

Al separarse, Jimin juntó sus labios casi por inercia, ambos soltaron un suspiro de satisfacción, no había duda que necesitaron tanto el uno del otro en esas dos semanas.