El Lobo y La Luna

8 1 0
                                    

Esta es la historia de dos amantes que vieron y viven desde hace siglos, la historia triste de amor, la historia que les tocó vivir.

Aquí nuestros protagonistas son: la hija del más grande hechicero del reino y un forajido llegado desde otro planeta, ella era una chica no muy alta delgada y de rasgos finos, era albina , tenía una piel tan suave y delicada como si de una nube se tratase y con unos hermosos ojos grises, también unas pecas que les hacían resaltar, el chico era alto, delgado y de piel extremadamente pálida, tenía unos ojos color esmeralda y el cabello negro cuál carbón.

Cierto día ella estaba bajo la sombra de un árbol y el estaba merodeando por el lugar,

se vieron a lo lejos,
y el se acerco,
cruzaron miradas,
Y el tiempo paró,
Cambio su destino,
Y todo se dió
Sus vidas cambiaron,
Sin saberlo...

★¿Quién eres? Pregunto ella
∆...yo...yo soy solo un simple forajido, ¿Quién eres tú?
★soy la hija del hechicero...

Entonces se conocieron, y al poco rato se hicieron amigos.

★¿Y de dónde vienes?
∆yo vivo muy lejos de aquí
★y...¿ De que escapas?
∆ huí de mi planeta por cometer una              serie de crimenes

El le dijo todo, le dijo que había robado objetos realmente valiosos de dónde el venía y querían ejecutarlo así que solo escapó, de las personas y de ellos.

Ella no tenía nada tan arriesgado o abrumador de que habar, pero ella le contaba sobre sus pensamientos, las estrellas, las nubes, la noche.

Paso el tiempo y ambos se veían más que como amigos, ellos decidieron tener una relación y seis meses después tener una vida juntos, así que decidieron escapar pues ella sabía de su padre nunca dejaría que estuviera con él, y así fue, escaparon... Despuyes de dos horas y media de camino comenzaron a ver qué personas se acercaban, intentaron escapar pero no tardaron en acorralarlos, entonces llego el hechicero, les habían tendido una trampa, fue tanta la furia del padre de la chica que decidió separarlos para siempre, así fue que a él lo convirtió en una fiera, un animal al que nadie se le acercaría por su apariencia, y a ella la convirtió en una estrella, pero no cualquiera, era la estrella más grande de la noche, después de ello jamás volvieron a hablarse o a verse como antes lo hacían, y es por eso que cuando la luna está en su mayor esplendor, el lobo le aulla.

"La luna también llora al saber que nunca podrá tocar al lobo"




Así La Tierra Como El InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora