¡Lady Shazam! [Damian Wayne] ✔️

59. Charla madre a hija

[EDITADO]

"Las palabras no alcanzar para agradecerles todo lo que hicieron por mí. Otros se hubieran rendido conmigo en el primer intento, pero ustedes no se rindieron."

Bella Batson
Casa hogar de la familia Vásquez

En estos momentos en el único lugar donde puedo conseguir tranquilidad... y una enorme cantidad en comidas chatarra era la cocina.

—¿Esta todo bien, Bella? —pregunta de manera tranquila la señora Vásquez.

Levantó un poco la cabeza solo para verla. En sus ojos se notaba ese brillo maternal que era opaca por la preocupación.

—Estoy bien, nada de qué preocuparse.

—¿Segura? Has estado así desde hace dos días.

Bueno, es un alivio saber que Freddy no él fue de chismoso a contarle. En estos días es por boca de otros —Darla y Freddy —que cada situación se la casa es sabida por los adultos reales descubren.

Sólo falta que les digan que somos The Family Shazam.

—No tendrá que ver con ese chico Wayne.

En definitiva, fue Freddy.

—Puede...

—¿Terminaron? —muerdo mi labio inferior —. Lo siento, cariño.
Se notaba que lo querías mucho.

—No, no hemos terminado.

No puedo evitar querer buscar entre los gabinetes alguna fritura. ¿Por qué me es difícil retener las lágrimas?

—Pelearon.

Suelto un suspiró.

—Se que sabes lo que está sucediendo, no tienes que fingir.

No seremos sus hijos de sangre, pero eso no quiere decir que la mayoría allá adoptado manías de los otros. Darla adoptó esa costumbre de mirar a otro lado cuando retiene una mentira.

—No quiero entrometerme —se acerca a mi—. Suficiente con lo que pasó la última vez —dijo en una risita.

—No soy Mary.

Bueno casi... puede que un poco en este tema... es posible que me parezca un noventa por ciento a ella.

—Eso lo tengo muy en claro —a la con una sonrisa —. Pero algo te preocupa, sé que tiene que ver con ese chico.

Dejo caer mi mano en la suya que reposaba con tranquilidad en mi hombro. Le doy una sonrisa al sentir como frotaba sus suaves manos en los hombros, dando una calidez que no recibía hasta que llegue aquí.

—No funcionó esa cita que tuvieron la semana pasada.

—Empeoró las cosas en lugar de arreglarlas —aclaró con resignación.

Me era molesto romper sus ilusiones, ya la decepcioné una vez cuando "escape" al tener solo un día en sus vidas. Pero esa escapada tenía una buena excusa que lamentablemente no se lo podía decir.

—Se que lo querías...

—Aún lo quiero —aclaro.

—¿Eso te molestas?

—Es difícil odiarlo y quererlo lejos si mi corazón me dicta lo contrario.

Me tapó el rostro con las manos.

Levantó la mirada. No me di cuenta cuando me había sentado, pero eso supongo que las emociones que sentía en el interior me impedían darme cuentas de mis acciones.

—Aún eres joven, su amor lo es. Se nota como ambos han sufrido en esta vida —la miró sin entender —. No puedes odiarlo porque él te complemente, no me mires con ese rostro, Bella. Esa corriente que sientes en tu interior, esa felicidad que te invade es porque a pesar de todo sabes que lo amas, incluso si comete errores.

Sonrió de medio lado.

Eso sonó tan cursi y tan cierto.

—¿Es lo que sientes al ver a Víctor?

—Eso y más. Lo entenderás cuando crezcas.

—¿No puede ser antes? —pregunto con una ceja alzada.

—Tendrás que esperar —responde quitándome un mechón del rostro.

—Que mal.

Ambas soltamos unas risas por la situación.

—Me contaras lo que paso hace dos días —dice cuando dejo de reír.

—Por donde empiezo.

—Desde el principio.

—Pues...