Capítulo 7

1 0 0
                                    

A la mañana siguiente nada más despertar voy a la habitación de Melody para ver como está, ayer tuve que quedarme con ella hasta que se quedara dormida. Cuando entro está sentada en el borde de la cama mirando a la ventana.

-¿Estas mejor?

-Sí, simplemente me pasé bebiendo y Dani pensó lo que no era. Por cierto ¿Qué tienes en el cuello?

-Cuando fui a por Dani este me atrapó las dos manos y me agarro el cuello. –respondo intentando taparlo.

-Vamos a mi baño, te ayudaré a taparlo y mientras inventamos una excusa para mamá.

-Que se nos pasó el tiempo y al venir nos encontramos.

-Por algo tú eres la lista.

Nunca había visto a mi hermana tan maja, se me hace raro poder estar a menos de dos metros de ella sin que me responda mal.

-Gracias por ayudarme, cuando te escondiste pensé que me ibas a dejar ahí tirada.

-Tú y yo somos muy distintas Melody, a mí no se me ocurriría dejarte ahí.

-Ya bueno, no hablemos más de esto, ve a hacer tus cosas de nerd anda.

Mucho tardaba. Pongo los ojos en blanco y me voy. Esta chica va a ser una desagradecida toda la vida.

Bajo a desayunar, un rato más tarde aparece Filip con mil cosas para decorar la cabaña. Llevamos las cosas al jardín y me explica para qué es cada cosa y donde van, además me da un plano para tenerlo todo más claro.

Cuando se va llamo corriendo a Sergio.

-Necesito un manitas urgente.

Me cuelga sin darme una respuesta y quedo bastante confusa. Diez minutos más tarde oigo la puerta pero la ignoro, ya estaba vestida con ropa vieja para no mancharme cuando de pronto Sergio aparece por detrás.

-Manitas 24 horas a su servicio

Le abrazo y le paso uno de los monos que me dio Filip. A mí me quedan inmensos pero a él le quedan bien, a pesar de eso no se lo pone entero si no que se ata las mangas a la cintura quedando el torso al descubierto. Normalmente si piensas en un nerd sueles imaginar al típico chico aplicado con gafas y delgaducho, este rompe con los estereotipos completamente.

Acabo de sacar las cosas que había dentro de la cabaña y nos ponemos a pintarla. Como soy una enana de metro sesenta me toca hacer la parte de abajo y a Sergio la de arriba, y aprovechando eso me puso más pintura a mí que a la pared.

Nos pasamos toda la tarde pintando y colocando muebles. Sergio se quedó a cenar y después subimos a mi cuarto donde me acabo quedando dormida mientras veíamos una película.

Por la mañana me despierto entre los brazos de Sergio, en vez de levantarme le abrazo y vuelvo a dormirme. Un rato después me despierto al notar una caricia en mi espalda < ¿es cosa mía o esto va muy rápido para conocernos desde hace cuatro días?>.

-Buenos días enana. –dice con una voz ronca.

-Buenos días.

Parezco muy borde ya lo sé, pero lo dije sonriendo, algo es algo. Hago el intento de estirarme pero estoy demasiado a gusto con sus caricias.

-Acerté en la forma de despertarte eh.

-De pleno, me podría pasar así todo el día.

-Pues no, hay que levantarse y seguir con la cabaña. En lo que te despiertas voy a casa a ducharme y a cambiarme, en media hora estoy aquí.

-Bueno pues creo que me vas a encontrar en esta postura.

-Como no salgas de la cama no quedo contigo en una semana.

Me levanto lo más rápido posible al oír sus palabras

-Eso es chantaje ¿lo sabías?

-Sí, y funciona de lujo.

Me voy a la ducha y bajo a desayunar, esta mañana no hay nadie en casa ya que mi madre trabaja y Melody está con su grupo perfecto.

Mientras se hace el café veo por la ventana de la cocina a gente dentro de la cabaña. Salgo corriendo para ver qué pasa.

Todo Cambia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora