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Lev sonrío mientras miraba torpemente al pequeño libero, hasta que un balonazo calló en su cara, Todos miraron al más alto, quien ya hacía en el suelo con la nariz sangrando
-Lo lamento -dijo Kuroo acercándose a este- Deja de tener esa cara de idiota enamorado y ponte al corriente -le susurro-
-S-Si
-Ahora ve a la enfermería
-Yo lo llevó -hablo Yaku- Con el balonazo lo abras dejado más idiota
-Yaku-San -se quejó Lev-
-Vamos, Párate y camina -hablo el libero nuevamente-
Y así Lev se paró y caminó a la enfermería junto a su pequeño libero
-Al parecer no está -hablo el libero entrando a la enfermería-
-Yaku-San ¿podría curarme por favor?
-Bien -suspiró este- Primero bájame el alcohol y el algodón -hablo-
El más alto tomo ambas cosas para después dárselas al pequeño
-Siéntate -hablo-
Este hizo caso a lo que el mayor le indicaba, ya al estar sentado, elevó un poco la vista encontrándose con la de Yaku
-Yaku-San
-¿Que?
-Me gusta
-No digas estupideces, solo eres un niño que está confundiendo sus sentimientos
Otra vez lo mismo, pensó Lev
-No, no estoy confundiendo mis sentimientos
-Claro que si, ahora calla
Lev se levantó bruscamente de su asiento, acorraló a Yaku entre la mesa detrás de este y el
-No lo hago -hablo serio-
-Quítate Lev
-No
Y así Lev beso esos labios que tanto deseaba besar, lo tomo por su pequeña cintura mientras Yaku intentaba separarse de él sin existo
-Aléjate -forsejeo-
El menor hizo caso, se movió poco sin dejar de acorralarlo
-Yaku-San
-Quítate
-Yaku-San por favor escuche
-No, ahora quítate
-Usted de verdad me gusta! -grito Lev- Usted me hace sentir cosas que otras personas no pueden
-Lev estás confundido, suéltame!
-No estoy confundido
-Bueno, entonces no me gustas!
-Si no le gusto, evite esto
Lev nuevamente se le acercó a Yaku, el mayor sin poder esquivarlo recibió el beso, poco a poco cerró los ojos correspondiendo el beso, pasó sus brazos por los hombros de Lev, el nombrado al sentir el contacto, abrazó a Yaku por la cintura atrayéndolo más a él
Ambos disfrutaban aquel beso que demostraba todo su amor, el amor que les hacía falta, ambos se necesitaban y ahí estaban, besándose uno al otro
Al separarse ambos se vieron, se sonrieron, los ojitos de Yaku brillaron, era un brillo indescriptible, estaba feliz pero a la vez asustado, tenía miedo de que lo volviesen a lastimar
-Yaku-San permítame hacerle feliz -hablo Lev-
-Por favor, cuida de mi -dijo este recargando su cabeza en el pecho del más alto-
Sin darse cuenta, el equipo los miraba con una sonrisa, estaban felices por aquella nueva pareja
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