El amor no siempre llega de la forma esperada, y menos con la persona soñada. Hay veces que soñar ayuda a combatir la realidad, aunque este no es el particular caso de las cortas historias en los poemas.
Aquí el sueño se volvió la única entrada y salida del dolor y la fantasía que solo puede ocurrir en el amor y el deseo. Pero, siempre hay un final, feliz, ¿no?