Cuatro.

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La luna comenzaba a asomar entre las colinas llenas de arboles. Miré por mi ventana buscando visualmente a Eyeless Jack, todo estaba tranquilo, solo se escuchaban los grillos y búhos. Había parado de nevar, todo estaba algo blanquecino. Caminé al comedor donde un plato humeante de sopa yacía servido, sin pensarlo dos veces comencé a tomarla lentamente, escuche ruidos de la ventana de mi cuarto, por lo que me levante y corrí abriendo la puerta de golpe. Eyeless Jack estaba parado en la oscuridad me observaba detenidamente.

-Ya te vi- Me acerque a el sin temor, el retrocedió.

-No, alejate- Sonaba frío y sin sentimientos, algo en mi se rompió, retrocedí unos cuantos pasos.

-¿Que quieres de mi?¿Porque no me matas y ya?¿Porque me defiendes- Comence a hacer preguntas mientras marcaba con mis dedos cada una de ellas, el no contestó solo me miraba.

-No pienses nada extraño- Adivinó a mis pensamientos, tal es podía leer mi mente. Yo cerré la boca y todo quedo en un incómodo silencio nuestras miradas seguían unidas.

-¡Buenas noches _____!- Amanda grito desde su cuarto haciendo que Eyeless Jack se sentara en la ventana para saltar. Corrí hacia el y le tomé del brazo frenándolo.

-No te encariñes conmigo, cuando sea podria enojarme para luego matarte, ahora debo irme- Habló sin mirarme. Aun seguía pensando en matarme, todo era tan confuso. Cerré la ventana, esta vez sin traba para que si el quisiera entrara.

Cambios | Eyeless JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora