Aster [YM/JS]

🌑Luna llena🌑

Para poder continuar, imaginen el rostro de Yoongi como en el MV de Agust D.

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Un Min Yoongi de diecisiete años estaba harto, harto de su padre y sus golpes.

Aunque en realidad no lo odiaba, no podría.

El hombre había tardado años en volverse un alcohólico, aunque de alguna forma seguía trabajando, actualmente Yoongi tenía que trabajar también saliendo de la escuela porque necesitaba pagar sus estudios.

Park Jimin, su fiel compañero de vida, siempre estaba con él, hacía tiempo que no se le despegaba incluso si no podía hacer nada con su cuerpo cuando su padre lo mallugaba por parecerse a su madre, incluso si sólo podía observar cómo lo golpeaba hasta dejarlo en el piso e incluso si lo único que podía hacer era curar sus heridas mientras el joven lloraba o se perdía mirando su rostro.

A Jimin no le importaba sentirse cansado por permanecer de forma humana si eso significaba ayudar a Min Yoongi.

Él sabía que era una buena causa, como ahora.

Para eso estaba él en el mundo.

Ese día su padre viajaría por un tiempo por lo que, bajo todo pronóstico contactó con su exesposa y la madre de Yoongi llegaría a la mañana siguiente, aunque no por eso se había librado de su padre, le había ido peor que otras veces, así que a pesar de ser golpes de hace días Jimin se los seguía curando mientras él se encontraba casi completamente laxo dentro de la bañera.

—No podrás ocultarlo de tu madre con maquillaje, ¿qué le dirás?

—No le quiero mentir, pero la verdad tampoco parece una agradable opción. Supongo que le diré que un loco borracho me confundió con otra persona y me golpeó de camino a casa.

—Eso... eso no es del todo mentira.

—No y tampoco le digo que fue mi padre. Asunto resuelto— sonrieron con ojos pequeños y se dieron un pequeño beso, apenas un toque de labios y siguieron con lo suyo, envueltos en un silencio de compresión.

—Jimin, realmente no quiero seguir con esto— habló de repente, rompiendo el silencio— no porque no pueda aguantar a mi padre más tiempo, no tenga metas a futuro o algo por el estilo, la vida es maravillosa, tú me hiciste ver eso, pero realmente ya no necesito estar en ella. Ya aporté lo que necesitaba de mi el mundo. Incluso mis mejores retratos y pinturas de ti están en la galería de la escuela.

Park Jimin lo observó detenidamente, dejando las cosas lejos, no había remordimiento, tristeza, rabia, enojo, alivio, miedo, vacilación alguna; no había malos sentimientos, arrepentimientos, no estaba la sensación de temer a la vida o al mañana, de querer librarse de algo o alguien ni de cansancio por la vida.

Realmente era la mirada de alguien que ya había aportado todo de sí al mundo.

—Bueno, si ese es el caso, ¿qué planeas hacer?

—Sé que tú puedes hacer algo al respecto, Jimin, o algo que esté relacionado contigo. De no ser así, no serías parte del universo, tu alma no se manifestaría como un gato inmortal, no habrías aparecido en mis sueños y no te hubiese podido ver como un humano cualquiera hace más de un año. Eres mágico, Jimin, lo sé, llévame contigo.

—¿Qué pasa si me niego? morirías en este mundo ¿Eres consciente de lo que pides?

—Sé lo que pido, también sé que si te niegas no voy a insistir. Seguiré en el mundo y tendré una vida, viviré de forma plena y duradera hasta llegar a tu lado. Sin prisas.