Gabriela.
Era un día hermoso, el sol brillaba de una forma muy especial.
Estaba comenzando un nuevo año escolar. Era estremecedor el hecho de estar en 3er año.
No estaba segura de mi misma este año.
No me sentía autosuficiente! - Pensé unos segundos antes de entrar al aula.
...
Frenéticamente entre al aula con un temor que me carcomia, no sabía quién encontraría allá dentro.
Estarán todas mi amigas?, Estaremos incompletas?, Estarán esas personas con las cuales no trato muy satisfactoriamente? - Me cuestionaba algo nerviosa..
Al pasar al aula con esos nervios de punta rápidamente observe a mi mejor amiga Camila. Ella era mi mejor amiga desde el año anterior.
Sentí un alivio, el cual después se convirtió en pensamientos indignantes que corrían por mi cabeza.
Me cuestionaba diciéndome, como podía ser tan cruel mis otras amigas no se encontraban ahí y simplemente me sentía ¡NORMAL!
Pues si, claramente estaba desesperada por dentro. Siempre fui muy exagerada y para mi todo era trágico y un problema sin solución.
Claro conmigo misma, porque para los consejos yo era especial. Mis amigos tenían una preocupación y yo rápidamente los aliviaba y aconsejaba.
Era una total locura...
Converse con Camila sobre todos los sucesos de nuestras vacaciones. Estábamos contentas de volver a vernos.
Después de la clase de inglés nos dirigimos a Grupo Estable.
Era la materia que todos adoraban, ya que nosotros la elegiamos. Desde música hasta cualquier variedad de temas.
Era agradable, como nuestra hora de libertad.
Camila se dirigía a su clase de Pintura, yo en cambio me dirigía a Música.
Con aquella alegría e imperactividad en mi alma, era genuino.
Por suerte el resto de mis amigas se encontraban allí, era genial el aspecto de saber que ahí estaban.
Rápidamente sonreí de oreja a oreja, mostrando una felicidad enorme. Al igual que ellas me abalance para abrazarlas y poder conversar un rato sobre nuestra vida.
Mi presencia las cautivo mucho. Yo era la loca del grupo.
Otras historias algo adorables...
Por suerte todas soncronizabamos muy bien.
El profesor era el mejor del mundo, amable, generoso, simpático, gentil, respetuoso, cortes y sobre todo humilde.
Nunca me había sentido tan identificada con alguien - Pensé cautelosamente.
Se comportaba como otro adolescente, no de mala manera claro. Era una conexión astral relativamente.
Sabía explicar los temas de una forma divertida e inteligente.
Automáticamente me sentí a gusto con la clase.
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Saliendo del Capullo
ChickLitGabriela es una chica de 15 años que está transcurriendo una etapa de su vida donde se enamora de un chico guapo y amable el cual crea en su vida unos sentimientos y pensamientos inigualables. Ella hace lo posible para enamorarlo. Ninguno sabe a qu...