Después de escuchar la opinión de mis amigas me encontré en un mar de pensamientos.
Regresaban a mi cabeza los recuerdos de mi vida y todas las barreras que tenía para poder vivir mi propia vida.
Mi madre era muy sobreprotectora, me controlaba la vida y todas la desiciones para seguir adelante.
Ella exclamaba que no podía tener pareja, al igual que controlaba mis pensamientos y vida cotidiana.
Mi promedio como mínimo tenía que ser 17 y eso ya era un regaño.
Tenía que esconder a mis amistades porque no le gustaba el hecho de que me llamaran, escribieran o hablaran cuando ella estaba allí.
Cada vez que pronunciaba la palabra "AMIGA" me echaba un regaño inigualable - Amigas no existen , son compañeras de estudio - gritaba sin parar.
La única que aceptaba era a mi mejor amiga Camila. Ella era una buena persona, pero mi mamá le agradaba solo por el hecho de que se escuchaba inocente y no era una mala influencia para mí.
Cada vez que mi madre me llamaba por teléfono y mis amigos estaban allí tenía que suplicarles que hicieran silencio para que no me gritara preguntando quien estaba allí.
Ella tenía amigas de todo tipo, desde groseras y perversas hasta "Buenas personas". La única que de verdad era buena amiga de mi madre era mi madrina una persona amigable, gentil y desinteresada.
En fin, mi madre no me permitía salir a ninguna parte y me tenía el tiempo contado del instituto a mi casa, solo me permitía dirijirme al instituto y hacer las diligencias.
Era caótico, me estaba enamorando por primera vez, ya estaba temerosa de lo que me podía pasar a mi y a Andrés.
Necesitaba respirar después de tantos años de sometimiento. Ni siquiera me podía vestir ni acomodar mi cabello como quería, ya que eso también lo controlaba.
Me encontraba en clase de castellano analizando todas esas razones de no seguir adelante, estaba totalmente distraída, cuando escuché a la profesora decir - Gabriela estas poniendo atención a la clase? - dijo firme.
Respondí con algo de vergüenza mientras todos me observaban - Hee si si! Estoy escuchando - con la vergüenza corriendo por mi cuerpo.
La profesora asintió y prosiguió con la clase.
Estaba en otro universo pensando en mis problemas y en Andrés, no quería dejar las cosas así.
(...)
Y que hicieron el fin de semana? - dijo Camila con un poco de curiosidad.
Nada interesante - exclamó Angy un poco cortante y desanimada.
Mmmm - dijo Carol riéndose mientras mordía su desayuno.
Ya sabía por dónde venía el asunto...
¿Como va el novio? - dijo Carol pícaramente esperando mi respuesta.
Todas nos reímos un rato, hasta que respondí.
Primero, no es mi novio.
Segundo, no lo he visto más.
Y tercero no se que hacer, si seguir con esto u olvidarme de él.Ellas ya sabían la situación con mi vida. Les comenté todo lo que pasaba por mi cabeza y mis preocupaciones.
Como siempre no esperaba un consejo de vuelta, pero Camila me dijo - no creo que sea buena idea seguir con esto si sabes como es tu mamá - exclamó sabia y con un tono de obviedad.
En ese instante pensé - Nunca le comento ningún detalle de mi vida a mi madre, ella no tiene por qué enterarse de esto.
Tan rápido como entro la idea, salió de mi cabeza.
Les comenté con un tono malicioso y autosuficiente.
Camila negó con su cabeza diciendo - ¡NECIA!.
Pero por qué? - pregunté luciendo desentendida.
¡No puedes ocultarle eso a tu mamá!, crees que no se va a enterar - exclamó algo aturdida.
Ella siempre me protegió de mis malas decisiones.
Asentí de una forma fastidiosa, ella no comentó más nada.
Les comenté que quería declararme - de una forma rápida y precisa.
Carol estalló en risas, casi derramando su bebida.
De una forma malvada y fastidiosa dijo Angy en risas - ¡JAJAJAJA OJALA TE RECHACE!
Furiosa la fulmine con la mirada y reafirme que lo iba a realizar.
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Saliendo del Capullo
Chick-LitGabriela es una chica de 15 años que está transcurriendo una etapa de su vida donde se enamora de un chico guapo y amable el cual crea en su vida unos sentimientos y pensamientos inigualables. Ella hace lo posible para enamorarlo. Ninguno sabe a qu...