hello again • onf (laun birthday special)

hello again... family

La soledad es un sentimiento horrible. Y hace mucho tiempo que no lo sentía de esta manera.

Cuando los conocí creí que siempre estaría acompañado de ustedes. Tristemente di por hecho que mi vida estaría siempre conectada a las suyas. Que nada ni nadie podría separarnos porque de alguna manera estábamos destinados a ser aquel grupo de amigos que se apoyarían por siempre en las buenas y en las malas. De verdad creí... que nunca tendría que irme de su lado.

Pero estaba equivocado.

La vida siempre nos da lecciones. Es algo natural aprender a través de errores, es simplemente el ciclo de la vida siguiendo su curso y nosotros siendo guiados por él. Pero esta lección quizás fue innecesaria.

Tantas veces me pregunté; ¿por qué a mí?, ¿por qué ahora?, ¿por qué a ellos?, ¿por qué...? Tantos porqués, y ninguna razón lógica para responder cada uno de ellos.

Quizás fallé, quizás fue mi culpa, quizás...

Quizás en realidad nunca debimos habernos conocido.

Quizás hubo un error en el ciclo de la vida. Un error en el destino que me llevó a ustedes. Suena lógico en cierto modo; en este universo nada se salva de los errores, nada es perfecto, ya que son las imperfecciones las que hacen a las cosas ser lo que son.

O quizás no fue un error. Quizás fue algo planeado por el universo y/o la fuerza desconocida que guía nuestras vidas.

Quizás solo fue un castigo...
Un castigo para que aprendiera que la soledad es mi verdadero destino.

Decir que los extraño es poco.

Ustedes eran, son y serán una parte muy importante de mí. Ustedes me completan, me hacen ser quién soy en realidad. Por lo que sin ustedes, ahora solo soy... nada.

Me siento como un vacío. No me siento vacío, sino que siento que soy el vacío mismo. Siento que soy una pieza faltante en el universo, la nada en medio de donde alguna vez hubo un todo. Porque cuando estaba con ustedes yo era parte de ese todo.

Juntos eramos un todo.

Pero, ¿qué pasó?, ¿por qué pasó?, ¿qué quiso que aquello pasara?

Son preguntas que ya no importan.

Ya no importan si aprendo a convivir con mi soledad. Si aprendo a convivir con el hecho de que soy un vacío. Si aprendo a... estar sin ustedes.

Mañana es mi cumpleaños.

Sí, puede ser un insignificante día, un miércoles cualquiera en medio de una semana más que está presente en un insignificante mes de un año que no importa.

Pero resulta que el día doce del octavo mes, nací.

Muchas veces me he preguntado para qué lo hice.

Y antes me pregunté lo mismo.

Pero es triste como varían las respuestas de aquel tiempo y las de ahora.

Antes creí que había nacido para brillar, pero no brillar solo, eso sería imposible para mí, sino que brillar con ustedes. Que seríamos un faro de luz en el camino de otras personas.

Pero aprendí que brillar siempre no es posible.

E increíblemente, no lo aprendí ahora, sino que cuando estaba con ustedes. Aprendí que la luz necesita de la oscuridad para ser lo que es, y viceversa. Por eso estaba orgulloso de que fuéramos las dos cosas a la vez.