15-Testigo

38 7 4
                                    


Me encontraba poniéndome mi campera de Jean negro para el encuentro cuando alguien toco mi puerta.

Ayer luego de darle la oportunidad a Jeno de la elección de alguien para demostrarle aquello que él creía imposible, solo se despidió de nosotros como si no hubiera pasado mucho y nos dijo que mañana nos encontraría a la salida de su trabajo a las 15:00.

Chenle por su lado se había ido de casa un poco decaído lo que me hizo sentir mal de cierto modo, no solía estar triste y verlo así me destrozaba pero son cosas que uno con el paso del tiempo se acostumbra, aprendes que no es tu problema sino el de los demás y que tu no puedes hacer nada para detenerlos.

-¿Puedo pasar?- dijo mi mamá del otro lado de la puerta de mi habitación.

-Si- después de mi respuesta abrió la puerta para adentrarse y cerrarla detrás de ella.

-¿Ya te vas?- me preguntó.

-Si, ahora en unos minutos salgo para avisarle a Chenle- dije

-¿Estás bien?- aquello me tomó por sorpresa, ayer le había contado lo que había sucedido pero no esperaba que me preguntara aquello.

-Si ¿Por?- pregunte curiosa a qué se debía su pregunta.

-Nada, solo te vi más concentrada de lo común. A parte no sabía si te sentirias mal al respecto- ahí caí en cuenta de porqué la pregunta de mi madre.

-Ahh, si es porque no nos creyó del todo, si estoy bien no te preocupes tampoco lo conozco tanto como para que me afectara. Aunque estoy un poco preocupada por Chenle- dije agarrando mis anillos que había dejado en el escritorio después de bañarme.

-Bueno, sin importar lo que pase hoy trata de que Chenle no se vea afectado y levantale los ánimos- dijo mi mamá

-Tienes razón- definitivamente, entendía por lo que Chenle estaba pasando y es por aquello que mi mamá me preguntaba si estaba bien.

Años atrás cuando se lo conté a Renjun y no me creyó me afectó de cierta manera.
Recuerdo haber llorado luego del suceso en mi casa, es una sensación muy fea el saber que una persona la cual quieres mucho no te crea por mas que se lo demuestres, por una parte me sentía ingenua. Es decir no lo podía obligar a creerme pero por otra parte se lo quería demostrar tantas veces fueran necesarias para que lo hiciera.

En ese momento al igual que siempre tenia a Taeyong a mi lado quien me consoló pero aun recuerdo que quien más me ayudó a comprender la situación fue Kun. Él lo sufrió en primera persona y de la peor manera, lo que me hizo darme cuenta que lo mío no era nada en comparación.

Kun, vivía con su padres desde pequeño, a diferencia de mí él no tenía parientes directos con el don como en mi caso mi abuela sino que parientes un poco más lejanos de los cuales se entero luego.
Cuando se le fue asignado el don era muy chico para entenderlo en un principio así que toda su enseñanza inicial de la vida estuvo consigo.
En el momento que él decidió contárselo a sus padres, ninguno le creyó y no solo eso sino que empezaron a cuestionar la salud mental de su hijo.
Kun creció con su abuela desde primaria hasta que se graduó de la secundaria, sus padres nunca creyeron en lo que su hijo les decía y después de un tiempo pensando que era algo que debían cambiar, quisieron mudarse a lo cual Kun se negó y su abuela le ofreció un lugar en su casa. Sus padres no dudaron ni un minuto en irse sin su hijo y así lo hicieron, ellos mantenían contacto con la abuela de Kun pero él siempre se negó a hablarles hasta que fue un poco más grande, sin embargo no mantienen un lazo familiar fuerte.

Luego de que le respondí a mi madre, ella salió de la habitación pero antes me dijo

-No importa lo que los demás te digan, tu siempre cree en ti. Nadie te puede decir que eres y que no eres capaz de hacer- luego de eso cerró la puerta.

𝓌ℴ𝓃𝒹ℯ𝓇𝓌𝒶𝓁𝓁//𝒿ℯ𝓃ℴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora