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𝘼𝙢𝙤𝙧: 𝙪𝙣 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙣𝙨𝙤 𝙙𝙚 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙖𝙛𝙚𝙘𝙩𝙤.

Wooyoung pov.

Hoy me levanté temprano porque anoche me dormí temprano. Me senté en la cama y me estiré. Agarré algo de ropa limpia y fui a lavarme los dientes y ducharme. Mientras me lavaba los dientes, la imagen de San se vino a mi cabeza.

Probablemente lo vea en la cafetería hoy.

Mi estómago sintió ese cosquilleo otra vez pensando en San. Rápidamente sacudí mi cabeza y terminé de cepillarme los dientes. Me vestí y fui a la cocina a prepararme el desayuno. Cuando terminé de prepararme la comida, me senté a la mesa y, mientras comía, saqué mi teléfono. Me aburrí bastante rápido, así que lo guardé.

Miré el reloj que colgaba en la pared y vi que todavía tenía mucho tiempo para encontrarme con Mingi, así que fui a la sala de estar para ver algo en la televisión.

El tiempo simplemente pasó volando y noté que ya eran las 13:47 así que apagué el televisor y fui a ponerme los zapatos. Agarré una sudadera con capucha, mis llaves también y salí de la casa.

Hoy es un hermoso día. Me gusta mucho la primavera, es muy agradable y cálido. Caminé por la calle hasta que llegué a la cafetería y entré. Miré a mi alrededor y vi que Mingi ya estaba sentado en la mesa en la que siempre me siento. Sonreí y me acerqué a él.

-Hola Mingi. Entonces, ¿De qué querías hablar?

Pregunté mientras me sentaba frente a él. El me miró y sonrió.

-Hey Wooyoung. Te lo diré pronto, pero debería pedir algo.

Dijo mientras le hacia señas a un camarero. Sonreí y asentí.

-Si, tienes razón.

Un chico se acercó a nuestra mesa.

-Buenas tardes. ¿Qué desea ordenar?

Preguntó el chico. Miré hacia arriba y allí estaba. El chico que vi ayer. Todo lo que tenía que hacer era mirarlo y ya me hacía sentir bien. Tenía una pequeña etiqueta con su nombre que decía Choi San.

Choi San, ¿hm? Qué bonito nombre.

Mingi le dijo lo que quería y luego San me miró.

-Y, ¿Qué hay de ti?

Perdí mi capacidad de hablar por un segundo cuando me perdí en sus ojos. Se aclaró la garganta, lo que me trajo de vuelta a la realidad y se sonrojó.

-Oh, hum, ¿Podría tomarme una taza de té verde por favor?

Luché por hablar por alguna razón.

- ¿Algo más?

-No gracias, eso es todo.

Él asintió y se fue. Miré a Mingi que tenía esa extraña expresión en su rostro.

- ¿Qué pasa, Mingi?

Él comenzó a sonreír.

- ¿Qué fue eso?

Él río.

-Tú actuaste tan tímido con ese tipo y te perdiste en sus ojos, hombre. No me digas que te gusta.

Dijo mientras trataba de calmar sus risitas.

Su comentario me hizo sonrojar más, lo que no ayudó a Mingi a calmar su risa.

-¿Has hablado con él?

Sacudí mi cabeza.

-No, no lo he hecho.

𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐌𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora