1. Hola de nuevo San Francisco

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Ahora mismo me encuentro subiendo al avión que me llevará de nuevo a San Francisco, estoy emocionada con volver a ver a mi madre y conocer de una vez por todas a su futuro marido, Teo.

Ya en el avión me siento en mi respectivo asiento, el cual se encuentra al lado de la ventana, me pongo mis auriculares rosas y comienzo a escuchar All abaut that base esta canción siempre me levanta el ánimo.

Una hora más tarde, ya aburrida y con el trasero dormido, me levanto para ir al baño y así darme un paseo por el avión. Como estoy al lado de la ventana tengo que pasar por el lado de mis dos compañeros de fila, los cuales no ponen muy buena cara cuando me ven intentando pasar para salir al pasillo, alfinal consigo salir de la fila y quedarme en el pasillo, comienzo a andar hasta el baño. Cuando ya he salido de este, mis tripas comienzan a rujir muy fuertemente, entonces decido ir a la zona bar - restaurante del avión, cuando llego a esta, pido una muffin de chocolate y un paquete de caramelitos de fresa. Ya lista, y viendo que mis tripas ya dejaron de rujir hace rato decido volver a mi asiento, ha pasado una hora y media desde que me fuí y ahora el señor que se encontraba en el medio ya no está, paso con mucha más facilidad hasta mi asiento y me siento mirando hacia la ventana, por la cual únicamente se ve una capa de nuves blancas, me quedan aún 6 horas de viaje y no sé que hacer me estoy aburriendo mucho, así que, cojo una revista que me había comprado en el aeropuerto y comienzo a leer.

Un ruido molesto comienza a sonar, logro abrir los ojos y veo que, la barrita de ponerse el cinturón está iluminandose, eso quiere decir que, o estamos apunto de llegar o de que, hay turbulencias, un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Gracias a dios resultó ser la primera opción. El avión aterrizó minutos después y yo, con la respiración aún ajitada salí de este. Ya bajo, encendí el internet y le envié un mensaje a mi madre, la cual supongo que me esperará en el aeropuerto. Recojo mi maleta y comienzo a dirijirme hacia la salida de la puerta de embarque, caminando hacia esta, veo que ya es de noche, miro mi reloj con la hora ya adaptada  y veo que son las 3:23 de la mañana, comienzo a acelerar el paso, ya que noto como mi cuerpo cada vez se debilita más por el cansancio, gracias a dios, unos minutos más tarde me encuentro saliendo por la puerta de embarque.

-¡¡¡Abby!!!- Oigo a mi madre gritar fuertemente.

-Hola mamá- le digo y me acerco a ella para darle un fuerte abrazo, al cual ella me lo corresponde rápidamente, mi madre y yo siempre hemos estado muy unidas ya que la ausencia de mi padre en nuestras vidas nos hizo prometer que estariamos siempre juntas para todo, adoro a mi mamá.

-Vamos al coche debes estar muy cansada, a partir de ahora viviremos en la casa de Teo.- Me dijo mi madre, instantes después depositó un cálido beso en mi frente. Íbamos a vivir en casa de Teo, con tres adolescentes, aun no me hacía a idea.

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Unos 45 más tarde llegamos a la casa de Teo, esta era enorme, y muy bonita, al verla, no pude evitar que en mi boca se formara una 'o', esta era blanca con piedras de color canela a los extremos, para entrar teniamos que cruzar una enorme verja de color negro, luego teniamos que seguir seguiamos un camino de baldosas el cual llegaba hasta la enorme entrada, la que,  se basaba en dos macetas llenas de bonitas rosas de color rojo y una enorme puerta de madera de roble. Aunque era de noche, supuse que la casa sería preciosa y que estaria muy bien decorada.

-Ven, acompañame- Me dijo mi madre cojiendome de la mano y llevándome escaleras arriba, instantes más tarde, después de recorrer un largo pasillo llegamos hasta una puerta, mi madre la abrió y me introdució dentro.

-Buenas noches mi niña, que tengas dulces sueños. - Dicho esto, cerró la puerta de la habitación y comenzó a andar por el pasillo. Cuando ya no escuché los pasos de mi madre, me tiré en la enorme y cómoda cama, instantes después, me quedé dormida.

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Los rayos de luz comenzaron a entrar en mi nueva habitación,  abrí un poco los ojos, pero veía un poco borroso, cuando pude comenzar a ver con normalidad pude fijarme en lo bonita y espaciosa que era mi nueva habitación,  esta tenía las paredes color rosa palo, una enorme cama de matrimonio en el  medio con unas bonitas y suaves sábanas también de color rosa pero más oscuro,  un enorme armario, bueno, realmente era un vestidor, cuando lo abrí no pude evitar soltar un gritito de felicidad,  vivir en casa de Teo al fin y al cabo no iba a ser tan malo, cuando me miré en el espejo,  pude ver que, aún llevaba la misma ropa que ayer, asi que, abrí corriendo la maleta y saqué una camiseta blanca con la bandera francesa en medio, unos shorts rojos y mis converse blancas,  ya lista y con el pelo recojido en un moño un poco despeinado (por no decir bastante) salí de la habitación en busca de la cocina para desayunar, ya que, la tripa me volvía a rujir.

Bajé por las escalera hasta que llegué a un bonito y acojedor salón,  al cual le seguía un amplio comedor, y finalmente al fondo, se encontraba una enorme y luminosa cocina.  Cuando alfin llegué a la cocina pude notar que no estaba sola, me giré hacia la izquierda que era donde se encontraba la mesita de la cocina, y pude ver a un atractivo adolescente sentado en un silla tomandose un café,  al fijarme mejor pude ver que este no era nada más que, Tyler Wilson, el cual era uno de los playboys del intituto, mierda eso significa que, estoy viviendo en la casa de los Wilson, lo que quiere decir que, voy a vivir con Matthew Wilson.

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