Único.

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Todos tienen amigos e independientemente de cuanto los queramos hay algo que suele desagradarnos de ellos sin ningún motivo en aparente.

Para YoonGi la sonrisa de dientes perlados y relucientes que siempre era capaz de mostrar es lo que nunca le ha gustado de TaeHyung.

Es su amigo y aunque muchos puedan considerar esa sonrisa como creada por los mismos ángeles, tallada en marfil cuidadosamente solo para que él tuviera una tan peculiar.

A él no le parece nada bonita.

Ya no, al menos.

Y odia cuando TaeHyung usa eso para molestarlo de alguna manera, porque se siente tan tonto y fuera de la realidad como aquellos que tienen una fascinación casi obsesiva por esa sonrisa cuadrada.

Odia sentirse así, considerando que es el mejor amigo de TaeHyung y a visto esa sonrisa un montón de veces.

Pero no puede evitar sentirse incómodo cuando ve esa sonrisa cuadrada al otro lado de su ventana, reluciente entre la oscuridad, llamando su atención por lo peculiar de verla allí.

Podrán pensar que es ridículo que un adulto tenga miedo de ver a su amigo sonreír al otro lado de la ventana, seguro esperando que le abran la puerta para entrar a fastidiar o a contarle algo de la universidad.

Pero todo su cuerpo se estremece, bilis subiéndole por la garganta hasta hacerlo vomitar.

No quería hacerlo.

El dolor en su pecho le dice que es un mentiroso.

YoonGi no quería hacerlo, por todos los cielos.

Ya no es solo la sonrisa de TaeHyung a través de la ventana sino que también sus ojos verdes parecen suplicarle algo, llorando lastimosamente gruesas lágrimas mientras la sonrisa cuadrada sigue allí, fuera de lugar, mostrando los dientes perfectos y bien alineados.

YoonGi se golpea la cabeza recuperándose de mareo, del escalofrío que se encarga de subir hasta su pecho, de las piernas temblando como gelatina que no lo dejan moverse petrificado en la esquina del cuarto donde está.

Se pasa las manos por el rostro, una y otra vez, temblando mientras siente como si su garganta se cerrará y cayera plomo en su estómago. Se deja caer hasta el piso.

El no quería hacerlo, piensa jurándole al chico a través de la ventana...

Se golpea la cabeza, de nuevo, respirando pesadamente un aire que no le llega a los pulmones.

El no tiene ventanas, no tiene ninguna en su cuarto, ni siquiera su casa tiene una ventana a través de la cual se pueda ver, todas están tapizadas o selladas de alguna forma y...

...Eso de donde ahora sale Taehyung es un espejo.

Si supiera que iba a ser así no lo hubiese hecho.

El no quería, pero Taehyung no dejaba de sonreír, de reír en su cara con esos dientes perfectos, alineados y blancos, como presumiendo de tener una dentadura hermosa.

Los pasos de Taehyung no se escuchan, no se hacen eco en el piso ruidoso.

Sigue sonriendo, marcada como un estigma en su rostro y dirigida solo a él.

A él, su condena.

Sonrisa de dientes perlados, hermosos.

Mientras sus ojos dejan salí gruesos goterones de sangre.

La sala parece hacerse pequeña y oscura sin nada más allá de su campo de visión, solo TaeHyung sonriendo, sonriendo mientras llora ríos rojos desde el centro de un abismo penumbroso acercándose a él con pasos silenciados.

Sus pies están descalzos y su ropa sucia, como el día que lo hizo.

Sus ojos hinchados, sus labios partidos y todo su cuerpo amoratado por los golpes aunque manteniendo la sonrisa en su rostro como el día en que lo llevó al bosque y trato de eliminar el gesto de su rostro sin esperar el efecto sorpresivo que el veneno tendría en su cuerpo, marcando aquello para siempre y acompañándolo por la eternidad.

Más allá de la muerte incluso mientras sonreía a través del cristal del ataúd.

Un grito se queda encerrado en su garganta cuando no puede terminar de abrir la boca, mostrando los dientes en una mueca de dolor.

Se aprieta el estómago por el dolor que le invade golpeándolo en oleadas haciendo subir el vómito por su garganta hasta llegar a su boca.

Abre mucho los ojos aspirando con más fuerza aire que no llega a ningún lado, que se convierte en vidrio atravesando su garganta enterrándose cada vez más profundo allí evitando que pueda respirar.

Ve los pies de TaHyung delante de él y luego su rostro, sonrisa marcada en los pálido labios y ojos color negro goteando sangre; los dedos enganchándose en sus mejillas, jalando sus labios hasta el borde del dolor mientras empiezan a cosquillear y a dormirse.
La sonrisa se ensancha en su rostro, jalada por dedos fríos como ganchos y las uñas enterrándose allí dejando los quejidos salir con facilidad ante el dolor en su rostro, que termina por expandirse a su cuerpo, acompañando un cosquilleo desagradable que lo adormila bajo una nueva capa de dolor.

Levanta un poco la mirada, viendo los ojos del contrario fijos en él, apuntando a los suyos mientras amenazan con hundirlo más.

Sus mejillas duelen mientras las uñas se clavan en su piel, la mueca de dolor mostrando todos sus dientes, ahora parecida a una sonrisa dolorosa.

Un quejido sale de él, sin querer, mientras las manos de TaeHyung se retiran de allí sin dejar de verlo.

No puede quitar la mueca de su rostro, las lágrimas cayendo por el dolor mientras su corazón late tan rápido que pareciera que va a romperse, golpeando su pecho mientras arde y duele, latiendo demasía rápido para ser normal.

Siente las manos con calambres y su columna se dobla mientras se acurruca en el suelo frío, con la mirada de TaeHyung atravesando todo de sí, un sonido sordo Atravesando sus oídos.

Se aprieta la cabeza tratando de desaparecer el ruido pero no lo hace, le duele, le atraviesa como un clavo enterrándose profundamente hasta su cerebro.

Trata de gritar pero solo logra hacer un ruido sordo, incomprensible.

Lucha por que sus ojos no se cierren, pero sin éxito.

Antes de que todo en el se apague y solo quede el dolor observa debajo de su cama el frasco y la inyectadora, goteando pequeñas gotas del veneno que ahora corre por sus venas.

Mira a TaeHyung una última vez compartiendo la misma sonrisa y vuelve a jurarlo.

El no quería hacerlo.

Los ojos de TaeHyung le dicen que es un mentiroso... Y su sonrisa perpetua le recuerda que es así.

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Espero les haya gustado esta tétrica historia.

Creo que no necesita una explicación... Pero va de que YoonGi mato a TaeHyung y luego se inyecta el mismo veneno...


La portada fue hecha por SmileWhale, muchas gracias eres un sol.

Bueno... ShinningHope fuera.

Hasta la próxima.

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