Nunca se imaginó el estar cuatro meses con un humano, pero era el precio que debía pagar si quería hacer su trabajo. Cuando por fin Jimin pudo conciliar el sueño el mismo diablo salió de ahí, limpio todo el desastre donde cerraron el pacto y recorrió un poco la casa porque le incomodaba dormir con un chico.
No porque fuera homofóbico, nada de eso, si no que recién se estaban conociendo. Cerca de las cinco de la madrugada volvió al cuarto, Jimin tenía su pelo algo desordenado y un poco húmedo por el sudor.
Se preguntaba como lo haría para no afectar a nadie en la tierra, por su presencia y temperamento más que nada aunque siempre era muy calmado, algo frío quizá pero amistoso si se siente en confianza. Tendría que estar viniendo y volviendo del infierno por trabajo pero no era problema, Gwen podrían ayudarlo.
Yoongi se percató de que las sabanas estaban muy abajo, las estiro y tapo a Jimin antes de que la madre del chico entrara. —Jimin, ¿estuviste viendo películas de terror? El ambiente esta tenso. —El chico somnoliento se sentó en la cama mirando por un segundo al diablo sentado en la mesa del escritorio para girar hacia su madre que recogía su ropa. —Si mama...—La mujer sonrió acariciando su pelo para dejarlo solo.
—Tengo que bañarme ¿puedes...? —Trataba de decirle de la mejor forma que se fuera sin faltarle el respeto, si él quería podía matarlo —tranquilo, ve . —El peli negro a pasos muy cortos pasó por al lado de Lucifer para entrar al baño. Empezaba a creer que el diablo no era lo que salía en la biblia.
—Una pregunta Yoongi...perdón ¿Lucifer? —Asomo su cabeza por la puerta con miedo de ofenderlo. —Yoongi solamente, si quieres hablarme con respeto llámame Lucifer. —Habló sin mirarlo, ojeando un libro que Jimin tenía en uno de sus estantes, específicamente "La chica del tren" Tenía su cara muy bien detallada, lo que más resaltaba era su marcada mandíbula en forma de L que lo hacían ver sexy.
De repente una fuerza lo regreso a la bañera y cerró la puerta, ¿Por qué Yoongi no dejo que lo siguiera viendo? Se sonrojo con solo el hecho de pensar que se había quedado embobado viéndolo y con timidez abrió la ducha dejando que el agua caliente viajará por su suave y algo bronceada piel, Yoongi había salido de la habitación porque no sentía esa tensión.
Se enjabono el pecho, el vientre, los brazos y el cuello; se metió bajo el chorro de agua y se quitó el jabón, lo mismo con el pelo y terminó amarrándose su toalla a la cintura y salió del baño.
—Oye sacare u- —El diablo quedo boca abierta al ver el trabajado cuerpo del humano, abdominales marcados, sus brazos no tan marcados pero aún se veían bien y mierda...sus jodidos hoyuelos de venus. El diablo había escuchado millones de veces de esas marcas pero nunca las había visto hasta hoy, la mayoría de cosas que sus demonios les contaban eran que ayudaban a la circulación y flexibilidad además de facilitar los orgasmos y una capacidad sobresaliente de satisfacer a tu pareja.
—No estoy aquí, sigue con lo tuyo —Era más fácil dejar de mirar y quitarse esa idea de experimentar y saber si era verdad pero no podía, no debía. Solo estaba ahí por trabajo y ya le había dicho que no era pervertido pero estaba seguro de que esa imagen no se le quitaría de la cabeza por un buen rato.
— ¿Vienes conmigo? —Jimin tomo un tapabocas, una gorra acompañada de un buzo negro y una correa. ¿Al hospital permiten entrar a las mascotas? Solo asintió y camino en silencio junto al humano hasta el parque. —Pensé que iríamos al hospital — Caminaban hacia las bancas, Jimin había soltado a su perro pero este se mantenía cerca de los dos. Se sentaron uno al lado del otro sin mirarse. —No hay visitas hoy días, pasado mañana sí. —El menor jugaba un poco con su pelo y a veces miraba al diablo. —Estaré aquí cuatro meses, tengo que conocer tu mundo.
Jimin giro todo su cuerpo para quedar de frente a Yoongi, no sentía miedo ni nada parecido, de hecho se sentía bien, el negro azabache por su lado hizo lo mismo, hizo un mini escaneo del cuerpo ajeno. — ¿Tendré que ser tu guía turístico? —Sí. —Al unísono bajaron sus miradas, su perro iba y venía trayendo el pequeño juguete que entre El diablo y el humano intercalaban.
—Según algunas páginas dicen que cuando satanás es invocado te seguirá a todos lados. Y se apoderada de tu...no estoy seguro si era cuerpo o energía. —El niño levanto un poco los hombros ante lo dicho y Yoongi lo miraba serio, analizando que acababa de decir. Froto un poco sus ojos dejándolos demasiados dilatados ¿Se había molestado? ¿Le había faltado el respeto?
—Lo diré una vez y quiero que te quede claro, satanás y yo somos diferentes, estoy aquí por trabajo pero eso no significa que estaré como un chicle pegado a ti, estaré volviendo y viniendo del infierno y último, yo no me apodero del cuerpo ni energía de nadie. Para eso están mis demonios y como ya te había dijo: No soy pervertido ni pedófilo, nunca he venido a la tierra para cerrar tratos, mando a mis súbditos. —Aunque lo haya dicho en un tono muy calmado, Jimin automáticamente sintió el miedo hasta sus huesos. —Entiendo, ¿Vamos?
El peli negro amarro la correa al cuello del perro y comenzaron a caminar hacia su instituto de danza, mientras hablaba de cosas como la tierra y el infierno muy cómodamente, el diablo aun no entendía porque el niño no quería que el ciclo de la vida siguiera su rumbo pero sin dudas lo descubriría.
Mientras que a pedido del humano se hizo visible y veía su baile que era para una prueba o algo así entendió Yoongi, confirmó lo pensado hace unas horas. Esa maldita imagen de sus hoyuelos no se iría en un buen tiempo.
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Pacto
FanfictionCréditos de portada: Evelyn_Elizabeth_17 Para salvar una vida tendrá que entregar la suya, pero nunca esperó enamorarse de quien lo mataría tarde o temprano...