•Taehyung Reactions• -Tae & Tú- ✔

20

𝑳𝒂 𝒂𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂.

¡Aviso capítulo largo!

¿Cómo te sentirías si él chico que te gustaba hace lo posible para volver a ser él único otra vez, pero después de enamorarte, te dejara cual basura?.

Pues eso me pasó a mí.

Pero pongamos algo de contexto, y les explico como sucedió todo desde él primer día.

Él día que llegué a la universidad.

✧✧✦-

Estaba nerviosa. Mi primer día en una universidad completamente nueva. Nadie me conocía y a mí me pasaba exactamente lo mismo. Era como llegar a un nuevo país. Nueva cultura y diferencias. Sólo que no era tan dramático.

Simplemente era una nueva universidad. ¿Qué podría pasar?.

«¿Por qué nunca te callas Youra?», debí hacerme esa pregunta cuando aún tenía esperanza.

Caminaba los largos pasillos, atrayendo la mirada de cualquiera. Dejaban su asunto para simplemente mirar en mi dirección.

«Hipócritas».

No tenía idea de a quien cuestionarle los formatos de la universidad, debido a que me sentía muy ajena a todas esas miradas centradas en cada uno de mis movimientos.

Traté de llegar por mi propia cuenta a la oficina del director. Pero era prácticamente imposible, cada paso que daba me mostraba dos pasillos más y así hasta terminar con el largo pasillo.

No tenía ningún letrero que me indicara o alguna señal. Y nada.

Me rendí sentándome en uno de los bancos que estaban frente al gran barandal que si te asomabas a este verías la gran distancia que había entre los cinco pisos y él pasto del patio.

Me senté y pasé varios minutos pensando en que hacer.

«Estúpido lo sé».

Jugaba con mis manos mientras mi mirada estaba centrada en estas.

Nadie parecía importarle que una completa desconocida estuviera pérdida en una universidad gigante.

«No exagero, era enorme. Bueno tal vez exagero un poco».

Estaba que mi soledad desbordaba por todos lados. Todas las chicas me miraban y rodaban los ojos. ¿Cuál es su problema?.

Tomé mi mochila me la coloqué dispuesta a irme de ese incómodo pasillo.

Hasta que sentí como mi muñeca era rodeada por una mano. La cual él dueño de esa mano me atrajo a él haciendo pudiera escuchar su respiración.

Él me miraba fijamente, sus ojos rasgados hacían que me perdiera en ellos. Y ni hablar de su tierna nariz en la cual tenía un pequeño lunar que estaba un poco más abajo de la punta de su nariz.

Sus labios estaban entre-abiertos lo cual lo hacia ver tierno y sexy.

—¿Puedo ayudarte?.

Cuestioné y él me miró con obviedad.

—Eso debería preguntartelo a ti. Desde que llegaste haz estado rodando los pasillos. Y por lo que veo eres un rostro nuevo.

Su voz.

Por alguna razón necesitaba escuchar esa voz hasta él último minuto de mi vida.

Recordé que estábamos en una posición muy comprometedora. Por lo que me separé.