𝖆𝖓𝖌𝖊𝖑𝖘 𝖇𝖗𝖔𝖐𝖊𝖓 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 || 𝖐𝖆𝖗𝖒𝖆𝖑𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖚

Ｉ

Desperté

Algunas lágrimas caían de mis ojos, escuchaba murmullos del otro lado de la puerta

No sabía en donde estaba

Parecía ser una arcaica sala de entretenimiento humano, era una construcción de piedra, miré mi ropajes, eran los de siempre, un vestido celeste hasta las rodillas y un collar de perlas

-- No podemos simplemente dejarla! - comentó una de las voces, era realemente aguda -

-- deberías reaccionar! - habló una voz ronca, creo que hablan de mi -

-- no! Ella puede ser altamente peligrosa para este pueblo y nuestra gente! Cayó del cielo! Es un extraterreste! Y si nos hace algo?! - sonaba desesperado, yo no soy peligrosa...

-- tu no comprenderás esto, solo vete y nosotros lo solucionaremos - escuché un suspiro y pasos alejarse

-- entraré - me recosté en la gran cama y me hice la dormida para pasar desapercibida -

-- hey...sabemos que estás despierta...- no me levanté, se acercaron a mí - sabes lo que te paso? - se sentó en la cama y me miró, me alerté y me hice bolita en la cama, me abracé a mi misma con mis manos- no te haremos daño -  ustedes? Hacerle daño a una semidiosa? Y si son mounstros anormales! - lo miré al rostro, era un tipo con lentes y una cinta en el cabello - podrías decirnos tu nombre? -

-- me llamo...sky - el sonrío -

-- ese es un bello nombre...sky...yo soy miguel, pero dime mangel, sabes porque caíste del cielo? - contarle a un extraño que me exhiliaron o decirle una mentira, está mal mentir...aunque allá arriba lo hacen mucho-

-- prefiero no decirlo...ahora -

-- está bien, solo queremos saber que haces aquí - dijo comprensivo -

-- yo...realmente no hago nada, solo...- recordé mis momentos allá arriba, eran felices y emocionantes en su mayoría, y ahora...no tengo nada, una lágrima traicionera cayó se derramó por mi rostro -

-- oh! Pasa algo? Estás bien? - trató de acercarse peeo lo detuve y me limpíe las lágrimas -

-- estoy bien, solo, tengo hambre -

-- hey! Vegetta! - el chico gritó, me cubrí con la manta, y si estos insignificantes humanos quieren hacerme su cena?! Y que pasa si nunca regreso?! Porque me pasa esto a mi?! - hey hey hey! No te haremos nada -

-- si?! - me escondí más en la manta el supuesto "vegetta" estaba ahí -

-- vegetta no grites, la asustas...-

-- oh, lo siento chica - salí de mi manta, era otro insignificante humano -

-- son humanos? verdad? - dije para estar completamente segura

-- pues si, tu... no lo eres? - me preguntó curioso -

-- no vez mis...? - miré mi espalda, de seguro mientras caí retraí mis alas - oh...

-- tus que?-

-- Mis alas - dijo con obviedad -

-- Alas?! - gritó el pelinegro ojimorado -

-- eres sordo? - dije curiosa -

-- se llama vegetta, y no es sordo...

-- además, quien te crees para hablarme de esa manera! - cuando estuve a punto de contestar, un joven de cabello teñido entró a la sala interrumpiéndome -

-- vegetta escuchamos tu llamado!, donde..! - su vista se dirijío a mi - eres tu! - gritó señalándome - wow! tu piel parece porcelana! tus rasgos son tan finos! - el chico de orejas de oso pasaba toda su mirada por mi figura haciéndome sentir incómoda

-- vegetta estamos aquí! - otro grupo de chicos entraron a la sala - 

-- de que hablas rabis? - dijo un castaño de ojos carmesí -

-- es una diosa! -

-- lo dices porque es linda..verdad? - dijo un chico con un casco -

-- algo así - contesté -

-- y cual es tu nombre? - dijo un chico moreno que tenia un mechón de su cabello rubio

-- mi nombre es sky -

-- y sabes donde estas?

-- karmaland, el pueblo de los dioses -

-- basta de pregunta! - hablo un pelirojo- exijo saber a que haz venido -

-- eres algún rey? yo no cumplo ordenes de nadie -

-- el es el alcalde - contestó un chico búho

-- solo un simple alcalde...-

-- eh!? yo soy un gran alcalde! quien eres para decirme eso? - no le presté atención al chico con pecas y jalé las ropas del "Mangel" para pedirle comida, el pelirojo sacó una espada y me amenazó con ella, salté de la cama parándome en la puerta de la habitación -

-- Nadie toca a mi niña! - exclamó corriendo hacia mi, rápidamente salí de la habitación recorriendo cada pasillo, hasta que logré salir

todos me perseguían, me escondí en una especie de templo, era claramente un iglesia, fui hasta el "confesionario" y me agaché cabiendo perfectamente ahí, escuché las puertas abrirse, los pasos llegaron hasta donde estaba, no miré hacia arriba, no me moví, solo estaba inmóvil

-- ven muyaya...- me susurró la voz , levanté el rostro, era el chico híbrido con orejas de oso, me levanté y tome su mano

-- espera...me vas ha entregar?!- grité ofendida

-- shh! claro que no! - susurró gritando - te llevaré a casa, ahí estarás mejor - asentí, lo único que me quedaba era confiar en este chico, si los dioses confían en él, yo confío en él