WHO I WAS.

Criatura.

Otoño,1975.

Isabelle una pequeña de 6 años de edad, se encontraba pisando las hojas secas que caían de los árboles, mientras su madre la obserbaba desde la ventana, con un deseo intenso de siempre proteger a su pequeña.

En un instante, un terrible dolor de cabeza inundó a la madre de la pequeña, haciendo que se levantara a buscar alguna píldora.

La pequeña seguía jugando sin darse cuenta que una extraña figura la observa desde algunos árboles, cerca de su jardín.

La niña tropezó contra una roca y se hizo un raspón en la barbilla.

No duro ni 5 segundos que La Niña, soltó un chillido, lo cual provocó una carcajada por parte de la extraña criatura.

-¿De que te ríes?- dijo la pequeña parándose del suelo. -te hablo a ti bastardo.- dijo la nena apuntando al ente.
la chiquilla tenia un lenguaje bastante inapropiado para su edad, lo cual le agrado a esa sombra.

-Pero que tonta, todavía que te caes, te atreves a ofenderme.- dijo una voz ronca. Una voz que la gente suele escuchar en sus pesadillas y que a cualquiera haría salir corriendo, pero esto no la asusto, lo cual sorprendió al ente.
-vuélveme a llamar así, y le voy a decir a mi mamá- dijo la niña mientras se sacudía la tierra de su ropa, sin tomarle mucha atención a que hablaba con una sombra.

Y fue ahí donde ese ente salió de su escondite.

La chiquilla levantó la cabeza y dijo fijó sus ojos en el ente, trago saliva y antes de empezar a caminar hacia atrás, empezó a balbucear -no te tengo miedo y si me haces algo te la vas a ver muy feo-

-¿Me estás amenazando?- dijo el ente con un tono de voz burlón.

-No te tengo miedo.- decía la niña intentando no llenar sus ojos de lagrimas. -No lo hago, solo solo-
Antes de terminar la palabra la criatura desapareció y dejó a una niña llorando en el suelo asombrada por lo que había visto.

Pues no vio algo horrible si no todo lo contrario.
Un joven con cabello castaño rizado, ojos azules llegando a un tono negro, alto demasiado alto, vestía ropa totalmente negra y una chaqueta de cuero con cadenas, tenia anillos y demasiados tatuajes a simple vista.
Simplemente el ser más bello visto por aquella niña a su corta edad.
Eso no fue lo que asustó a la niña, lo que la asustó es que este ser no tocaba el suelo, simplemente flotaba, en momentos sus ojos se volvían rojos y se podían escuchar gritos saliendo de sus oídos sin siquiera ser molestos para la criatura.

La nena lloraba descontrolada contra el piso, ya que en el momento que decidió levantarse e ir decidida a contarle a su mamá lo sucedido, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, por instinto se llevó la mano a la barbilla y el raspón ya no se encontraba ahí.

La pequeña estaba paralizada ya que escuchó, -No me tengas miedo, tenme respeto- en un susurro por parte del ente,
Y la nena se tiro al piso asustada mientras algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Logró visualizar a aquella sombra meterse entre los árboles y desaparecer.

Y así fue como esa rara criatura dejó a un chiquilla tirada en el suelo llorando, sin creer lo que había vivido.
Empezaron a caer gotas de lluvia en el cabello de la nena, lo cual hizo que su mamá fuera a buscarla.
-¿Que pasó Belle?- dijo su madre preocupada cargando a la niña entre sus brazos.
-No pasó nada mamá, solo me caí, eso es todo- respondió la pequeña algo distraída buscando a la sombra.
-¿Mmm que te parece si te hago chocolatada y me cuentas a que estabas jugando?- dijo su madre agarrándole los cachetes.

-Si Belle, cuéntale que estabas jugando conmigo-dijo esa voz riéndose a carcajadas en la cabeza de la pequeña. Pero al parecer saber que había "jugado" con un extraño ser le causó felicidad y su estado de susto cambió a uno de alegría rápidamente.
-Mama creo que tengo un amigo nuevo- dijo La Niña asustada pero a la vez contenta.

Eso tomó desprevenido al demonio, ya que esperaba traumar a La Niña, y ella no parecía haberle causado algún miedo.

Tal vez eso fue lo que atrajo al demonio para ser el alma de gemela de Isabelle.