Digter

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Tiende a ser divertido ver el mundo arder y estar en paz, suele hacerte sentir culpable, es decir, mientras millones se encuentran al borde del colapso pensando si habrá un mañana o si podrán llevar comida a sus casa el día de mañana tú y yo solo estamos pensando despertar mañana y fumar un cigarrillo. Puedo decir si ningún temor a equivocarme que esto que está sucediendo solo sacó a relucir el echo que somos animales egoístas, que solo pensamos en nuestro bien personal, que si nos sentimos acorralados por las circunstancias solo haremos todo aquello que sea necesario con el fin de proteger lo que asumimos es nuestro y que tiende a ser importante para nosotros, quedó expuesto ese fatídico día, que solo nos escondemos en grandes caparazones de tolerancia y solidaridad, tememos lo que en realidad somos y odiamos admitir que nos dejamos guiar por la euforia y adrenalina cada vez que hay peligro, que de ser necesario asesinaremos sin remordimiento alguno, solo importa sobrevivir después de todo.

¿Qué importan los demás si yo estoy bien?

Comienzo a perder la cordura y el mundo aún no acaba, aún puedo ver amaneceres, dejé de contarlos hace algún tiempo ya, seguimos buscando esperanza a la merced de lo que venga, muerte suponemos todos. Hambre, inevitable hambre que aflige a todos, pero o a mí ni a ti, estamos bien aún, el sueño comienza a ser algo bastante subjetivo, ¿De qué sirve descansar tu cuerpo si por más que hagas tu mente sigue difusa y cansada?

Ya no recuerdo cuando comenzó todo, ya no recuerdo que es todo, comenzamos a ignorarlo hace ya algún tiempo, pensamos que si hacíamos como que no estaba allí, la muerte llegaría de una forma más silenciosa, indolora y no habría llanto.

Seguimos estando bien, hay pocos muertos por ello, pero las personas se matan entre ellas hay abundante comida y los lideres siguen anunciando que todo está bajo control pero aún hay muertos, las familias pierden hijos, los padres pierden hermanos y siguen habiendo difuntos en cantidad, los funerales son cada vez más rápidos, no hay tiempo para completar los actos fúnebres. Si, es una suerte que lleguen familias completas, de esa forma no hay dolientes, no hay madres devastadas por las pérdidas de hijos, no hay hermanos preguntándose ¿Cuándo pasó todo esto?

Cada vez hay menos brillo en los ojos de los sobrevivientes y son demasiados, ellos saben que sin importar lo que pasé, sin importar que todo esto desaparezca no habrá conciencias tranquilas, ellos saben lo que son y no están dispuestos a vivir con ello, fue un golpe de realidad devastador el saber que sin importar cuanto deseen negarlo, solo siguen siendo monos escondidos en cuevas, con miedo de la tormenta, eso fue, fuimos devastados por la tormenta y fue divertido ver el mundo arder, ver toda su bondad y su tolerancia irse al piso, ver lo que realmente somos, después de todo somos solo animales que harán lo que sea necesario para sobrevivir, no estamos cerca de morir, estamos cerca de matarnos. 

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