El Nuevo Clan Son 2

Pasado y presente

*¡Splash…!*- el sonido de choque entre la suela de una especie de zapato resonó con fuerza, siendo seguido de varios más. -*¡Splash! ¡Splash! ¡Splash!*- el agua del pequeño charco se agito, mientras, en sus aguas revueltas se podía ver como la Luna lentamente era opacada por estelas de humo negro con pequeñas brazas ardientes que claramente dejaban en evidencia que algo había pasado.

-¡Hime, tiene que correr!- la voz desesperada de un hombre sonaba entre los árboles, corriendo sin parar, pisando y hundiendo sus pies en barro, siendo acompañado por una mujer de tez pálida, ojos claros, rostro completamente delineado y suave, cabello largo y sedoso, con una larga túnica de un color blanquecino.

El hombre que la jalaba y la hacía correr tenía unas facciones y características similares, tropezando con las pequeñas piedras del entorno, hasta que de tantos tropiezos la chica claramente joven y hermosa cedió. -*¡POM!*-

-¡AAAAAAAAAAAAH!- soltó un pequeño pero fuerte alarido al tropezar y soltarse de la mano de quien la guiaba.

-¡Hime!- el joven alto y con un mismo tono de piel miro esto con desesperación, girándose completamente a la vez que apreciaba como la supuesta princesa terminaba de caer al suelo. -¡¿Se encuentra bien, Hime?!- se acerco con prisa demencial, asegurándose de que ningún hueso o articulación de su superior estuviera lastimada o lesionada, ayudándola a levantarse del duro suelo.

-Estoy bien, no te preocupes- parándose de nuevo le comunico a quien parecía ser su lacayo, sujetándolo de su mano derecha y mirándolo a los ojos igualmente claros, tales como los del mismo clan Hyuga.

Pero en eso. -*¡FIUUU!*- fueron sorprendidos desde la profundidad de los arboles cuando una extraña y para nada tranquilizadora esfera de aparente energía emergía a toda velocidad ante sus miradas.

-¡Eh!- exclamaron los dos, sin poder reaccionar, mirando como esa esfera se dirigía hacia ellos, siendo esta de un color rojizo oscuro, con destellos carmesí.

-¡Cuidado, hime!- en un acto desesperado aquel sirviente de la llamada princesa le empujo fuertemente, alejándola indudablemente del peligro que esa esfera de poder suponía, exaltándola completamente.

[Fin de OST anterior.]

-¡Noooooo!- grito la doncella al ver lo que su sirviente pretendía, mientras, el ataque de energía por fin hizo contacto.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!- el ataque asesto por fin, haciendo que un grito claro y punzante se presentara en los oídos de aquella chica al ver como su salvador se desvanecía en una. -*¡BOOOOOOOOOOOOOOM!*- explosión que hizo que una gran cantidad de polvo se alzara, mientras, ella termino de caer a varios metros de distancia completamente impotente ante lo que miro, sintiendo como las lagrimas querían brotar de sus bellos ojos opales, marcándose sus facciones completamente al no haber podido hacer nada para detener aquel ataque que sin dudas también hubiese cegado su vida de no ser por aquel joven que se acababa de sacrificar ante ella.

-¡Kenmaruuuuuu!- la chica grito el nombre del joven sacrificado, llorando fuertemente ante las llamas que se alzaban sin piedad ante ella.

[OST Recomendado: Ritual - NS /watch?v=4iC5sNEZXAc&t=16s.]

La luna volvió a brillar con fuerza, reflejándose en varias charcas cercanas, mientras, aquella misma mujer a la cual se le llamaba princesa lentamente fue elevando su mirada, notando una silueta apenas clara entre los árboles, mirándola fijamente.