U n i q u e

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- ¡Jimin, deja de correr!

Y fue así como de nueva cuenta Jeon Jungkook vio como el amor de su vida salía corriendo despavorido en cuanto lo vio, soltó el aire molesto al ver que de nueva cuenta, lo había dejado con las flores en las manos, no lo entendía, simplemente no podía, ¿por qué cada vez que la hablaba salía corriendo? ¡No podía seguir con esto! Paso su mano por sus cabellos oscuros pasándolos hacía atrás.

Su mirada seguía en donde hace unos momentos Jimin prácticamente había huido de él, unos aplausos cansados se escucharon detrás de él, y por supuesto unos pasos lentos se escuchaban por el pasillo, sabía de quién se trataba y que seguramente ya estaría burlándose de él y conteniendo su risa, y claro que la soltaría en un carcajada cuando estuviera más cerca de él, y por supuesto fue de esa forma.

No es divertido - mencionó Jungkook rodando los ojos.

¿Qué no lo es? ¡Por favor, Jungkook! Prácticamente escapó como un corre caminos en cuanto te miró - Taehyung mencionó aquello a lo que Jungkook bufó molesto.

No sé por qué sigue haciendo lo mismo cada que me acerco a él.

- Tal vez si dejarás de vestirte como un matón...

- Tal vez si cerrarás la boca - apretó los dientes molesto cuando dijo aquello, y luego miró de nuevo hacía el frente soltando un suspiro-. Solo quiero decirle que me gusta.

Pues no creo que él quiera algo contigo.

- Mejor cierra la boca, Taehyung.

No era novedad. 

Jeon Jungkook había quedado completamente flechado con el estudiante nuevo, y es que Jimin sí que había cautivado por completo su corazón, ese pequeño chico de hermosas piernas que siempre utilizaba ropas más grandes a su talla hacía que su corazón latiese desbocado, ¿y cómo no iba a hacerlo?

Todavía Jungkook recordaba el primer día en que entró al salón de clases, era nuevo curso y él había llegado solo un poco tarde, y allí fue cuando lo vio, sus cabellos que casi cubrían sus ojos gatunos tan lindos,  recordaba ese brillo que tenían y esa preciosa sonrisa, prácticamente había caído embobado, y es que resulta que Jimin había llegado de Busan a Seúl para estudiar.

El primer día Jungkook lo intentó, quería hablar con él, pero prácticamente no pudo hacerlo, y es que su antiguo enemigo había decidido que sería una grandiosa idea tener una pelea en el salón de clases, y claro Jungkook había salido ganador, pero claro a los ojos de Park Jimin eso había sido lo peor, le daban miedo los bravucones como lo era Jungkook y más si se metían en problemas, por eso cuando vio cómo se acercaba hacía él, comenzó a escapar.

No quería que Jungkook le hiciera algo, y por supuesto Jungkook solamente se quedaba allí diciéndole que no corriera.

Ahora volviendo al tiempo presente.

Jeon Jungkook estaba harto de lo mismo.

Siempre era, ir con Jimin, ver como huía, y quedarse parado diciéndole que regresará, pero está vez quería hacerlo diferente, no podía dejar que Jimin siguiera con su plan de escape, y no quería permitirlo, así que está vez decidió que lo mejor era ir y buscarlo.

Gracias a Taehyung, quien es su gran amigo y confidente más cercano, había descubierto que el amor de su vida se encontraba siempre detrás de las aulas de computo, allí era su escondite, Jungkook pensaba que ese era un grandioso escondite, ya que después de todo en aquella zona casi nadie iba.

Sus pasos lo llevaron de inmediato hacía las salas de computo, y cuando por fin logro estar en la parte trasera, allí encontró al que con solo una mirada había robado por completo su corazón, Jimin se encontraba recuperando su respiración miéntras abría una pequeña botella de agua para poder tomar un poco.

¡Jimin deja de correr!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora