Un hombre de palabra

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Dany ya estaba más calmada después de un rato de mimos de sus papás y de Peter,  aunque Steve y Tony estaban enojados con Dany por no cuidarse no podían permanecer serios y molestos sabiendo que la pequeña estaba enferma.
Ya era la hora de dormir y Peter no quiso despegarse de su hermana así que se quedó  a dormir con ella en su misma cama, Steve no estaba muy de acuerdo porque Peter podría contagiarse de la amigdalitis de Dany, pero Tony pensaba que los poderes arácnidos de Peter podrían protegerlo, aunque no estaba cien por ciento seguro de ello, aún así los dejaron quedarse juntos.
Tony y Steve se fueron  a su cuarto y Tony pidió discretamente a Jarvis insonorizar la habitación y mantener alerta en el cuarto de los niños,  cualquier cosa que ocurriera debía avisarles.
Steve estaba sentado en el borde de la cama, Tony había servido dos copas de vino para ellos y se sentó al lado de Steve en un agradable silencio,  pasaron así unos minutos hasta que Tony tomó la mano de Steve
- amor, me hiciste tanta falta,  no puedo conciliar el sueño cuando tu no estás conmigo -
- Tony mi vida, yo tampoco puedo estar sin ti, no me gusta estar en esta cama cuando tu no estás,  se siente tan fría -
Tony fue tomado suavemente por Steve quien lo dejó sentado en sus piernas al tiempo que lo mantenía bien abrazado y Tony hundía su cara en el cuello de su amado, inhalando esa reconfortante fragancia de vainilla y madera que tanto amaba
- no estás jugando limpio Steve, esto no es justo -
- porque dices eso mi amor, acaso no puedo disfrutar del amor de mi vida??-
- claro que puedes,  pero no es justo porque sabes que debemos conversar de porque no me contaste que Dany estaba enferma y que te dije que te iba a castigar por eso, y tu sabes Steve que soy un hombre de palabra-
-  amor en serio vamos a perder esto tan maravilloso???-
- no capitán,  esa táctica no te va a funcionar,  no vamos a perder esto maravilloso pero te voy a dar esas palmadas que te prometí y después te voy a consolar con todo lo que tu quieras, después de todo tu hombre no es tan cruel-
Steve tragó duro,  oír hablar  así a Tony lo estaba poniendo muy exitado y aunque no quisiera admitirlo,  le encantaba que de vez en cuando Tony estuviera al mando, así que siguió en ese juego
- Tony no me castigues,  sabes que no volveré a hacerlo,  voy a mantenerte al tanto de todo-
- claro que lo harás Steve,  pero eso no te librará del castigo así que vamos te quiero sin pantalones boca abajo en la cama-
Tony se puso de pie y Steve se sacó los pantalones tal como Tony le había pedido, una vez en posición Tony se puso su guante de hierro,  de verdad que iba a castigar  a Steve y quería que el lo sintiera para que no volviera  a dejarlo fuera de sus cosas o la de los niños
Steve odiaba la espera,  la angustia que eso le generaba y Tony lo sabía y era parte del castigo también, Tony se paseó por la cama recordándole a Steve que todo lo que le pasaba a él o a los niños era muy importante  y que nunca habría nada más importante que ellos para el,  así que esperaba que entendiera que eran su prioridad  numero uno, al terminar de hablar se fue acercando  a Steve y sin darle tiempo a nada le dio la primera palmada en el centro del trasero,  fuerte y certera, Steve se tensó,  no pensó que Tony le daría así de fuerte y le dolió mucho,  Tony quería que fuera rápido así que sin decir nada le dio otros cinco golpes alternando entre un lugar y otro hasta cubrir todo el trasero de Steve quien no podía ni siquiera hablar,  Tony lo había dejado sin habla, fue rápido y muy duro, era un castigo real y así lo sintió Steve.
Tony liberó su mano del guante y se sentó en la cama maniobrando a Steve para que su cabeza quedara en su regazo y comenzó  a hacerle cariño en la espalda y en el trasero al tiempo que le decía cosas dulces. Tony no quería perder más tiempo para comenzar  a mimar  y consolar a su hombre y para hacerlo sentir en el paraíso del placer.

Me demoré mucho en actualizar pero trataré de hacerlo más seguido

Mi familia vengadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora